Entre 5.000 y 6.000 remolacheros de 21 países se manifestarán el lunes contra la nueva OCM
Miles de agricultores protestarán en Bruselas contra la reforma del azúcar
Los cultivadores rechazan la propuesta de la UE porque arriesga el futuro del sector
Entre 5.000 y 6.000 cultivadores de remolacha procedentes de 21 países productores de la UE se manifestarán este lunes día 18 en Bruselas en contra de la propuesta de reforma de la Organización Común de Mercado (OCM) del azúcar que será discutida ese día por los ministros de Agricultura europeos. Así lo anunciaron ayer en rueda de prensa los dirigentes de la Confederación Internacional de Remolacheros Europeos (Cibe), que representa a 320.000 cultivadores de la UE. Los agricultores representados por la Cibe rechazan la propuesta de la CE porque consideran que pone en peligro la perennidad del cultivo remolachero europeo y afecta también muy duramente a los países en desarrollo que venden azúcar en la Unión. Denuncian que la propuesta no garantiza el equilibrio del mercado europeo, hará desaparecer en 2 ó 3 años 120.000 cultivadores de remolacha y debilitará considerablemente las rentas de los que sobrevivan. «Este proyecto, que cuesta a cada cultivador europeo el equivalente de 6.500 euros de ingreso potencial y destruye 80 fábricas y más de 150.000 empleos directos e indirectos, beneficia principalmente a Brasil, al negocio internacional y a las grandes sociedades del sector agroalimentario y de las bebidas», sostuvo el presidente de la Cibe, Otto von Arnold. El secretario general del Copa y de la Cogeca, Josef Feiter, dijo estar fundamentalmente de acuerdo con las preocupaciones de la Cibe, aunque reconoció que las organizaciones a las que representa no tienen aún una posición común sobre la reciente propuesta de la CE: «Es necesaria una reforma del azúcar pero no se puede cuestionar el modelo europeo de agricultura», consideró. Reducción del precio Hubert Chavanes, secretario general de la Cibe, calificó como «muy mala» la propuesta que el 22 de junio presentó la comisaria de Agricultura, Mariann Fischer Boel. «Se producirán cierres en todos los países de la UE, todos sufriremos, y quienes logren sobrevivir, lo harán en peor estado que el actual», advirtió. La Confederación considera que la reducción en el precio de la remolacha es «exagerado», «más importante que lo anunciado», y que el tipo de compensación es «más flojo». Bruselas pretende establecer el precio mínimo para la remolacha en 25,05 euros por tonelada a partir de 2007. Los remolacheros calculan que este precio podría descender hasta 21,765 euros por tonelada, puesto que se podrá aplicar una reducción adicional de 2,505 euros por tonelada si el precio de mercado es flojo y una cotización a la producción de 0,78 euros por tonelada (a partir de 2007). La reducción total del precio de la remolacha se elevaría entonces al 50 por ciento y no al 42,6 y en consecuencia la compensación por las pérdidas de los cultivadores sería del orden del 51 por ciento y no del 60 por ciento. La Cibe «pide reducciones de precios menos drásticas y mejores compensaciones, en el respeto de los límites presupuestarios». Abandono de cuotas Otra crítica a la nueva OCM del azúcar apunta al programa de reestructuración previsto por la CE para los fabricantes que decidan abandonar el sector. Estos se podrán acoger a primas por abandono de cuotas que van desde 730 hasta 420 euros por tonelada. Pese a que el reglamento del programa prevé la consulta de los cultivadores e impone un cierto número de condiciones a los fabricantes, la Cibe juzga que el programa «ignora las necesidades de los remolacheros» y por ello exige para los agricultores un derecho de codecisión sobre las posibles reestructuraciones, ya que son copropietarios de las cuotas de azúcar con los fabricantes y los Estados miembros. Además reclama una ayuda financiera a la reestructuración de las explotaciones agrícolas. «Los 4,68 euros por tonelada de remolacha (previstos por la CE para los cultivadores afectados por una reestructuración en 2006/2007) sólo son una aplicación anticipada de la compensación 2007/2008 para la baja de los precios, esto no tiene nada que ver con una ayuda a la reestrucuturación que resulta absolutamente necesaria», se queja la Cibe.