Fisher insiste en que la reforma es necesaria para no volver en 5 años

La comisaria europea de Agricultura, Mariann Fischer Boel, dijo ayer a los remolacheros que son necesarios los cambios que ha propuesto en su proyecto de reforma de la Organización Común de Mercado (OCM) del azúcar y se comprometió a controlar que no entra de forma fraudulenta producto de Brasil. Fischer Boel se entrevistó con una delegación de la Confederación Internacional de Remolacheros europeos (Cibe), entre ellos españoles, al término de la manifestación que concentró a miles de agricultores en Bruselas para protestar contra el proyecto de reforma de la CE. «He propuesto los cambios que veía necesarios; no sé si tendrán éxito en la discusión con los países de la UE» dijo Fischer Boel en esa reunión informal en la calle, a la entrada del edificio del Consejo de Ministros, donde se agolparon en torno a la comisaria un grupo numeroso de agricultores y periodistas. La comisaria insistió en que es necesaria una reforma a largo plazo de la OCM, hasta la campaña de 2014, y añadió que si prosperan sus propuestas, el sector se verá fortalecido. «Es preferible una reforma ahora a tener que venir aquí otra vez dentro de cinco años» porque no se han resuelto los problemas, dijo Fischer Boel. La Cibe denunció que las industrias que abandonan la actividadreciban 730 euros por tonelada, y «nada los remolacheros» (la CE propone un complemento de 4,68 euros por tonelada de remolacha). La comisaria europea les respondió: «Negocien ustedes con las industrias». Los remolacheros replicaron que es complicada esta negociación y si no se regula una compensación, es muy difícil que los agricultores accedan a un dinero si por escrito no se establece así.