La investigación del asesinato de Carrizo busca a una tercera persona

La investigación del nuevo caso de violencia de género sucedido en Carrizo de la Ribera y que le costó la vida a Julia Alonso, supuestamente a manos de su marido Antonio Marcos, quien después se suicidió, podría dar un giro consustancial si finalmente, como parece, en el lugar del crimen -la vivienda de la víctima Julia Alonso- y en el momento de los hechos se encontraba otra persona. Según fuentes próximas a la investigación, los primeros análisis podrían haber demostrado que la sangre encontrada en la escalera de la vivienda, y que alertó a los vecinos que posteriormente dieron aviso a la Guardia Civil, no es de Julia Alonso y sí de una tercera persona, de la que aún se desconoce su identidad. Precisamente, la investigación ha venido barajando esta hipótesis de la tercera persona, tal y como ya publicó Diario de León, desde el mismo día del suceso, debido principalmente a que el cuerpo de Julia Alonso apareció en la cocina de la vivienda y nada hacía indicar que la disputa que terminó con la muerte de la mujer se hubiera iniciado o finalizado en la escalera. Ahora, la Guardia Civil y los encargados de esclarecer el caso centran todos sus esfuerzos en saber quién es esa tercera persona y qué hacia en el lugar de los hechos. No a la incineración Precisamente, siempre según fuentes cercanas a la investigación, el hecho que la sangre que había en la escalera pudiera no ser de la víctima es una de las causas que motivó que la juez encargada del caso no permitiera que los cuerpos de Julia Alonso y Antonio Marcos fueran incinerados, tal y como deseaban las familias de las víctimas. De esta forma, podrían realizárseles nuevas pruebas, siempre y cuando fueran necesarias para terminar de saber qué pasó realmente el domingo pasado en la vivienda situada en la avenida Puente de Hierro, número 89 de Carrizo de la Ribera.