Santovenia confía en tratar en un mes la compensación por el paso del Tren de Alta Velocidad
El alcalde del municipio de Santovenia de la Valdoncina, el socialista Francisco González, confía en que el próximo mes de septiembre se aborden las compensaciones que ha solicitado el Ayuntamiento por el paso del Tren de Altas Prestaciones (TAV) por su territorio. El regidor entiende que las futuras vías del ferrocarril parten en dos, sobre todo, al pueblo de Vilecha y recortan su futura expansión urbanística. De ahí que reclame doce millones de euros para paliar los efectos negativos que causará el denominado proyecto de integración del ferrocarril en San Andrés del Rabanedo y León. Precisamente, durante la firma del protocolo de actuación de las obras, el pasado martes, en el que también participaron la sociedad León Alta Velocidad y los municipios de San Andrés, León, Torneros y Onzonilla, se trató tímidamente el tema. Apoyos tímidos «El responsable de la sociedad León Alta Velocidad, Juan Conde, me aseguró que me apoyarán en las reclamaciones y los alcaldes de León y San Andrés también creen que tenemos derecho a alguna compensación, aunque en firme no he obtenido aún una respuesta afirmativa al pago de esos doce millones», reconoce González. No obstante, en septiembre se formará una mesa negociadora que estudiará las modificaciones urbanísticas que hay que acometer para que el TAV llegue a León y en ella «esperamos resolver nuestras peticiones». El alcalde de Santovenia considera «justo» que se compense la barrera que supondrán las vías al municipio, ya que «no teníamos ese problema y para ayudar a San Andrés y a León ciudad, nos lo trasladan a nosotros». Con el dinero pretende mejorar la calidad de vida de los vecinos de Santovenia, habilitando un parque, reponiendo aceras y viales y construyendo hasta un polideportivo cubierto. Su municipio vecino, Onzonilla, también estudia reclamar compensaciones por el paso del tren. Su alcalde, el socialista José Luis Suárez, admite que aún no han plasmado las peticiones en un papel, pero que exigirán beneficios por ayudar a la ciudad y a San Andrés a eliminar el paso a nivel del Crucero y a sacar de sus cascos urbanos el ferrocarril, permitiendo que se libere suelo para construir 3.000 viviendas. «Es lógico que como contrapartida nos cedan algún beneficio, ya que somos municipios pequeños que necesitamos solucionar problemas de abastecimiento, luz, infraestructuras, puentes y zonas verdes», indica.