El alumbrado público de Sariegos es boicoteado desde hace un año

Los técnicos del alumbrado público de Sariegos no paran. Desde hace un año, varios bromistas sabotean los cuadros de la luz y dejan a oscuras las calles del municipio. Todo comenzó durante las pasadas fiestas de San Roque, en la localidad de Pobladura del Bernesga. Esa noche, mientras los vecinos bailaban, se produjo el primer asalto al interruptor general del pueblo y las 113 farolas que convertían la noche en día dejaron de funcionar. A partir de esa madrugada y coincidiendo, generalmente, con los fines de semana, los vándalos han ido apagando sistemáticamente las otras 636 luminarias del municipio. El alcalde, Ismael Lorenzana, ha constatado que los gamberros tienen predilección por un horario para cometer sus fechorías, las tres de la madrugada, y que, además de romper los candados que protegen los cuadros de la luz, también se dedican a fracturar las bombillas de las farolas. Quince euros por reparación «Todos los ayuntamientos -reconoce- tienen que hacer frente al vandalismo, que te cuesta un buen dinero, porque los técnicos cobran 15 euros por hora, pero lo asumimos dentro de los gastos generales, porque ¿qué vamos a hacer?». Azadinos y Sariegos han sido las localidades más castigadas el pasado mes de junio, con siete apagones. Carbajal de la Legua, por el contrario, no ha sufrido casi ningún sabotaje. Su cruz fueron la pasada primavera las carreras de vehículos a toda velocidad por el pueblo, a pesar de los pasos elevados que se han ido colocando. Según Iberdrola, los nueve cuadros del municipio de Sariegos están situados en postes cercanos a la carretera, a un metro y treinta centímetros de altura. Hasta ahora, los candados han demostrado que no son suficiente protección contra los bromistas, que no sólo apagan la luz por la noche, sino que manipulan el interruptor para que salte también con el sol del día.