El paso de peatones de la discordia

San Marcos se encuentra estos días dividido por la eliminación de un paso de cebras que se encontraba pasando la rotonda que conduce desde la Gran Vía hasta el Paseo de Condesa de Sagasta, dejando de esta manera incomunicada la zona comercial que se encuentra justamente en la zona del paso retirado. Dicho paso de cebras se encontraba en una zona peligrosa debido a su situación tras una rotonda y a la escasa visibilidad que tenían los vehículos que transitaban por el lugar, fenómeno que resultó causa fundamental de accidentes frecuentes, motivo que propició la aprobación por parte de una comisión de políticos de la retirada del paso de peatones. Quizás la disputa entre el Ayuntamiento de León y la posición de los comerciantes y vecinos sea la razón fundamental de un hecho radicado en el conflicto de intereses alrededor de la eliminación de un paso que supone para unos el fin de los problemas circulatorios que entraña, y para otros el inconveniente principal para el desarrollo total y masivo del negocio que representan. El dueño de una cafetería del lugar no duda en expresar su malestar acerca del problema que ahora existe en cuanto que «se trata de un paso muy importante, y pese a retirarlo, la gente sigue cruzando por el lugar, lo que lo convierte en aún más peligroso para los peatones». La postura del hostelero es clara, no en vano habría que evidenciar que la zona en que se encuentra la cafetería se ve ahora sumida por un desbarajuste entre lo deseado por una zona comercial afectada por la falta de paso legal y lo deseado por unos políticos que temen el aumento de accidentes en ese tramo circulatorio. «El paso era malísimo» Pero, ¿es la mala situación del paso peatonal la causante de todo? Para el concejal de Tráfico, Ángel Valencia, «el paso era malísimo, con muchos vehículos circulando a alta velocidad por la zona, lo que causaba accidentes y peligro continuo», justificando de esta forma el hecho de que «Tráfico y Policía decidieron con los políticos la retirada del paso peatonal a través de la presentación de informes en la correspondiente comisión, y por ello se aprobó la eliminación del paso». Las actuales quejas de comerciantes y vecinos ya han llegado al Ayuntamiento, donde pasarán a estudiar el tema para tomar o no medidas al respecto, pensando en la mejor solución para que cese el tránsito de peatones a través de senderos peligrosos que no hacen sino empeorar aún más la situación de alarma desencadenada. Según el punto de vista del hostelero mencionado anteriormente, «deberían buscar una solución ya, porque se trata de un paso de necesidad y de tradición, por lo que hay que reponerlo urgentemente, ya sea señalizando adecuadamente la llegada al paso o de la manera que deba ser precisa». La plaza de San Marcos se convierte pues en plena batalla entre demandantes de un nuevo paso de cebras y un Ayuntamiento que ha creído conveniente como mejor remedio al mal existente la eliminación de uno de los elementos de ese rompecabezas circulatorio. Tal vez el peatón también tenga su parte de responsabilidad en cuanto a la equivocación o no que desencadena su transcurrir por un paso actualmente inexistente, pese a que, por otra parte, la solución radique de forma primordial en el profundo análisis que debe hacerse acerca del problema existente con la peligrosidad de un paso que pide a gritos su correcta reincorporación.