La exportación de León es pírrica, pese a que se duplicó en diez años

Un vistazo rápido a las estadísticas del Ministerio de Industria sobre el comercio exterior de la provincia revelan dos datos en principio altamente positivos: las exportaciones leonesas se han duplicado de largo en una década, al pasar de 228,4 millones de euros a los 506 del 2004 -una tendencia que se mantienen con los 185 millones del primer cuatrimestre del 2005- y el valor de lo vendido supera en 147 millones, prácticamente un tercio, a los 359 millones que se gastaron en compras en el extranjero. El optimismo dura muy poco sin embargo si se analiza el importe global del comercio exterior leonés, con 506 millones de euros en ventas que sólo superan el balance de trece provincias españolas, todas ellas mucho más pequeñas que León tanto en extensión como en población con la excepción de Las Palmas y Tenerife, en cuyo balance comercial influye su insularidad. Así, León tan sólo vende en el exterior menos que Teruel (92,5 millones), Las Palmas (352,6), Tenerife (436,9), Albacete (441,5), Cuenca (116,7), Ávila (159,5), Salamanca (347), Segovia (127,2), Soria (214,7), Zamora (75,9), Cáceres (250,4), Lugo (304) y Orense (428,9). La provincia se queda además muy lejos de las tres más exportadoras de Castilla y León: Valladolid, con 3.427,7 millones de euros; Palencia, con 2.328,3, y Burgos, con 2.000 millones de euros. La fragilidad de los buenos datos de estas provincias, sobre todo en los casos de Palencia y Valladolid, es la excesiva dependencia del sector del automóvil, y más en concreto de las exportaciones de Renault, que tienen sus mercados exteriores. Ventas de bajo valor añadido Las exportaciones de la provincia tienen otra fuerte debilidad en el bajo valor añadido de sus productos estrella. Así, de los 506 millones de euros que León vendió el año pasado en el extranjero 193 se enmarcan en el epígrafe de fundición de hierro y acero, 55 corresponden a productos químicos orgánicos, 53 a manufacturas de piedra, 23 proceden de preparaciones alimenticias, 20 de productos cárnicos, 18,7 de lácteos y 26 de maquinaria y material eléctrico. La mayoría de la oferta leonesa al mercado global la constituyen mercancías demasiado primarias, sin aportaciones tecnológicas o de diseño que les aporten valor añadido, lo que supone un gran riesgo de exposición a la competencia de países emergentes, en fácil disposición de ofrecer lo mismo a precios más bajos. Sin embargo, de los 359 millones que invirtieron el año pasado las empresas y ciudadanos leoneses en compras en el extranjero, 40,5 se destinaron a maquinaria, 19 a adquirir vehículos, 64 a manufacturas de metal, vidrio y plástico y 13,8 a productos químicos. Estos capítulos los componen en su mayoría mercaderías con mayor valor añadido que las de los productos que exporta León, aunque la provincia también adquiere en el exterior mercancías básicas por importes destacados: 52,7 millones en cereales, 36 en plantas alimenticias o 15 en combustibles.