Red Eléctrica considera «inviable» el soterramiento de la Lada-Velilla

Red Eléctrica Española ve inaplicable el soterramiento de la línea de Alta Tensión debido al alto coste del mismo. La operadora encargada de instalar la línea, por voz de su gabinete de comunicación, asegura que el proyecto de llevar la Alta Tensión bajo tierra es «inviable» toda vez que el coste presupuestado excedería con mucho al montante económico al que habría que hacer frente en caso de que la línea fuese aérea. Sin ir más lejos, un kilómetro de línea aérea, de condiciones similares a la que se pretende instalar en Lada-Velilla, vendría a suponer unos 300.000 euros, mientras que, en caso de soterrar, el kilómetro de infraestructura se dispararía hasta los cuatro, o incluso los seis millones de euros, según reconoció a este periódico el gabinete de comunicación de Red Eléctrica. Para la operadora la idea de soterrar -planteamiento al que algún municipio a ligado su aprobación de la línea- se muestra más incongruente toda vez que tan sólo «Madrid, Copenhague, Berlín y Tokio poseen los únicos soterramientos de líneas de alta tensión de características similares a las de la línea que se estudia instalar entre Lada y Velilla». La posibilidad se antoja ciencia ficción cuando se comprueba que los tendidos soterrados en estas ciudades no poseen más de 15 kilómetros de media. Tras estas manifestaciones la posibilidad de llegar a un acuerdo mediante la construcción bajo tierra del tendido pierde toda credibilidad. Red Eléctrica hace hincapié en lo utópico de ligar la viabilidad de la línea a su soterramiento, e indica que este tipo de operaciones sólo tienen lugar cuando se atraviesa una zona poblada. Riesgo ambiental La operadora eléctrica a manifestado también que el beneficio de un soterramiento de este tipo de líneas es tan sólo visual, lo que no justifica su elevado coste. Del mismo modo se señala que el impacto ambiental producido por las obras de soterramiento sería mucho mayor que el de un tendido aéreo, ya que habría que realizar una zanja descomunal de dimensiones cercanas, o incluso superiores, a una autovía de seis carriles, con una profundidad de unos diez metros. «El tendido debería permanecer recubierto de hormigón y tendría que poseer accesos para posibles reparaciones -precisan desde el gabinete de comunicación-, lo que implica un impacto ambiental mayor y un coste de obra desmesuradamente superior, y todo para conseguir solamente un menor efecto visual. No negamos que una estructura de Alta Tensión al aire libre no tiene nada de ornamental pero anteponer un mero efecto visual a una cuantía económica sin parangón no nos parece lo mejor, pese al valor que pueda tener la montaña leonesa».