Los quads, ¿un ocio dañino?

¿Cómo sancionar el uso de este tipo de vehículos cuando cada particular tiene la opción de elegir si matricular su quad de una forma u otra? Existen vehículos denominados «máquinas de servicio automotriz», pero también puede darse el caso de un quad esté considerado un ciclomotor, un triciclo o un cuatriciclo. Cada nueva denominación lleva consigo la necesidad de un tipo de licencia para conducir el vehículo, así como unas obligaciones y límites para el conductor u otras. Según la normativa, los quads suelen clasificarse como «maquinaria de servicio automotriz», se matriculan como vehículo especial y se les aplican las normas de circulación propias de este tipo de vehículos. En principio, pueden circular por cualquier vía y superar los 60 km/h en el caso de que se trate de una autopista. Deben llevar luz rotatoria, pero sus ocupantes no están obligados a llevar casco protector ni a llevar encendido el alumbrado todo el día. Para conducir este tipo de vehículos, se requiere un permiso de clase B. No obstante, estos vehículos pueden ser clasificados en algunas ocasiones como cuatriciclos. En ese caso, se matriculan como vehículos ordinarios y se aplican las normas de circulación de los automóviles. Aquellos que quieran conducir estos vehículos deberán estar en posesión de un permiso de tipo B o A, en función del peso. Si éste es superior a 350 kilogramos y menor o igual a 550, se requerirá un permiso de clase A. Si el peso supera los 550 kilogramos, el permiso será de clase B. Pero la complejidad no termina ahí, puesto que existe la posibilidad de que el quad sea matriculado como ciclomotor. En ese caso, se le aplicará las normas propias de este tipo de vehículos y tan sólo será necesaria la licencia de conducción para un vehículo con un peso menor o igual a 350 kilogramos. Otro problema, la matrícula, que varía en función de cada tipo.