Sólo la autorregulación conseguirá cumplir con las exigencias impuestas en primavera por la CHD
Los regantes del Luna limitan el consumo para garantizarse el agua
El embalse tiene reservas en un 27% de su capacidad, un 18% menos que hace un año
El regantes del Luna autorregulan el gasto para llegar a fin de campaña
Los regantes del pantano de Barrios de Luna ejercen aplican desde hace días una regulación en el uso de agua con el fin de alcanzar el 31 de agoto el nivel acordado con la Confederación Hidrográfica al inicio de la campaña. La reducción en el consumo servirá para asegurar un riego de urgencia en el cultivo de la remolacha en el caso de que la falta de lluvias lo hiciera necesario para llegar al arranque. Los agricultores que se sirven de las aguas embalsadas del Luna confían en llegar y cumplir el último día de este mes con las reservas que se habían pactado con la Confederación, que exigía para esas fechas con registros se 59 a 60 millones de metros cúbicos de agua. A comienzos de esta semana, las reservas que quedaban en la presa de Barrios de Luna eran de 85.6 hectómetros cúbicos, un 28% de la capacidad total del embalse. Los regantes del Luna deberían disponer de 34 hectómetros cúbicos de agua para hacer frente al riego de la remolacha en el mes de septiembre, impresicindible para llegar a fin de ciclo en el caso de que no llegue un final de verano lluvioso. Con unas previsiones climatológicas optimistas, con la mitad de esa cantidad de agua podría ser suficiente para atender a la necesidad de la demanda; el fin del riego a las tierras de maíz a comienzos del próximo mes también coincide en atenuar el problema de la escasez de recursos en el pantano. La última reunión de la junta de explotación y desembalse del Luna dejó constancia de la sensación de apreturas en el caso de que las lluvias no lleguen antes del otoño.