El funeral de Raimundo Torío reúne en León a dirigentes de todos los ámbitos

Dolor y tristeza. Las dos hijas flanquean a la viuda de Raimundo Torío, a su salida de la parroquia de San Isidro Labrador, donde se ofició la misa. Rostros de dolor y tristeza por la repentina muerte del viceconsejero. Cinco coches fúnebres. La multitudinaria respuesta ofrecida a la familia desde diferentes sectores requirió la presencia de cinco coches fúnebres para trasladar hasta el cementerio las numerosas coronas recibidas. Grandes compañeros. Fermín Carnero, secretario de UGT en Castilla y León, y su probable sucesor, Agustín Prieto, actual secretario de Organización del sindicato, saludan a Herrera antes de las exequias. Cientos de personas, probablemente más de mil, arroparon ayer a la familia del viceconsejero de Empleo, Raimundo Torío, durante la celebración de las exequias y la misa funeral que tuvieron lugar en la parroquia de San Isidro Labrador, en el barrio de Eras de Renueva, donde residía el fallecido. Torío, de 53 años de edad, perdió la vida anteayer a consecuencia de una lesión vascular. Su viuda y sus hijos, Laura, Elena y Alberto, acompañaron el féretro en todo momento con un gesto que reflejaba la tristeza y el dolor por el repentino fallecimiento. Un regero de personalidades de todos los sectores sociales de Castilla y León se arremolinó en torno a una parroquia que se quedó pequeña para albergar a todos los asistentes. El gobierno autonómico en pleno, encabezado por el presidente, Juan Vicente Herrera, su vicepresidenta y los diez consejeros, acompañó a los familiares de Torío en un día de luto y duelo por su memoria. Además acudió una amplia representación de la esfera política, empresarial y sindical, especialmente la relacionada con el mundo laboral y la minería, sector al que estuvo muy ligado profesional y políticamente. No faltaron los empresarios mineros Antonio del Valle, para el que Torío trabajó como ingeniero en la Hullera Vasco Leonesa, y Victorino Alonso, presidente de MSP. El carácter conciliador del fallecido y la huella que dejó en el plano sindical se tradujeron ayer en una representación casi unánime de las fuerzas sindicales de la comunidad. Encabezaron la delegación los secretarios regionales de UGT y CC.OO., Fermín Carnero y Ángel Hernández. Acudieron, además, muchos otros sindicalistas de las federaciones mineras actuales y de las ejecutivas que vivieron los primeros años de la reconversión del sector y algunos de los conflictos laborales en los que medió Torío, como el de MSP en el año 2000 o los despidos de Coto Minero del Sil, también en esa época. De todos los gobiernos La política también estuvo representada por las corporaciones municipales de León y Ponferrada y la del gobierno provincial, presidido por Javier García Prieto, y un importante número de cargos públicos de la Administración central, como el delegado del Gobierno en Castilla y León, Miguel Alejo, o el subdelegado del Gobierno en León, Francisco Álvarez. Asimismo acudieron numerosos compañeros de la viuda de Raimundo Torío, Ana María Vega, funcionaria de la Junta en León. El sector empresarial estuvo representado por el presidente de Cecale, José Luis Martín Aguado, y responsables de las federaciones provinciales de empresarios, de las cámaras de comercio y de conocidas firmas leonesas. También se presentó en la iglesia el presidente de Caja España, Victorino González, y ex dirigentes de esta entidad financiera, como Marcial Manzano y Javier Fernández Costales. Los directores de los principales medios de comunicación de Castilla y León, con los que Torío siempre mantuvo una relación muy cordial, también apoyaron a la familia. «Fue un hombre que sabía hacer la política como a muchos nos gusta hacerla, con verdadero talante» MIGUEL ALEJO Delegado del Gobierno en Castilla y León «Fue una persona con las aptitudes de la gente de esta tierra: siempre discreto y dispuesto al trabajo. Con él, todo estaba en buenas manos» JUAN V. HERRERA Presidente de la Junta