ESPACIOS Y ELEMENTOS A PROTEGER
De la laguna de Antimio a las bodegas-merenderos
La única zona de Onzonilla susceptible de especial protección es la laguna de Antimio, de 4,2 hectáreas, que está calificada en las normas como un sistema ecológico en sí mismo y un recurso del municipio. El planeamiento también preserva algunos molinos, «en desuso y en mal estado de conservación», y pocas bodegas que aún elaboran vinos, ya que la mayoría se dedican actualmente a lugares de ocio y merenderos privados. Otros elementos de interés arquitectónico a proteger son las iglesias del municipio, especialmente la de san Isidro Labrador, en Torneros, y la de San Pedro, situada en Vilecha. Ambas son del siglo XVIII. La estación de tren También se han incorporado al catálogo de elementos de interés la estación de ferrocarril y las viviendas vinculadas a esa zona, clasificados como modelo de arquitectura ferroviaria, y conjuntos urbanos «significativos» con casas típicas.