Vecinos de Alija de la Ribera se quejan del vertido de residuos sin control

La escombrera denominada La Quebrantada, ubicada en las inmediaciones de la localidad de Alija de la Ribera, ha despertado la indignación entra numerosos vecinos de la localidad. Los afectados se quejan del polvo, ruidos y de una posible contaminación de las aguas del río Bernesga a su paso por el municipio, debido a la cercanía de los acuíferos naturales que se encuentran a escasos metros del firme porque la capa freática en esta zona se encuentra muy cerca de la superficie. El alcalde de Villaturiel, Valentín Martínez Redondo, asegura que la finca es de un particular y que la tiene arrendada a una empresa de construcción, «con licencia ambiental para extraer zahorra, depositar residuos inertes y dejar la finca en condiciones óptimas», indica el regidor, quien reconoce que en los últimos meses algunos particulares han utilizado la escombrera para depositar objetos inservibles o residuos urbanos. «Se tiran vertidos no autorizados, pero el Ayuntamiento se ha puesto en contacto con la empresa y aseguran no tener constancia de esta situación», manifestó Valentín Martínez, quien indicó que el pasado día 5 de este mes, el Ayuntamiento envió una notificación a la empresa constructora, en la que indicaba que debía limpiar el recinto, «algo que se han comprometido a realizar», manifestó el alcalde. Las características especiales del subsuelo en la citada localidad han propiciado la formación de lagunas que ahora son objeto de estos vertidos, que en principio sólo deberían ser inertes, ladrillos y hormigón o materiales cerámicos. En junio del 2004, la comisión informativa del Ayuntamiento informó favorablemente, a la vista de los informes técnicos y jurídicos, de la concesión de la licencia urbanística a una empresa de construcción para la extracción de zahorras de una parcela -la número 6 del polígono 20- y al posterior relleno de otras dos -las parcelas 5 y 6- con materiales inertes . . En principio la escombrera sólo puede ser utilizada por la empresa para la gestión de sus propios residuos de construcción. Los materiales permitidos incluyen hormigón, ladrillos, cerámicas, tejas, tierras y piedras que no contengan sustancias peligrosas, pero en ningún caso la licencia permite verter residuos de otras características, sobre todo tierras contaminadas.