Han presentado denuncias ante el Ayuntamiento, la Junta y el Seprona
La capacidad del vaso del vertido es de 20.433 metros cúbicos, pero los vecinos denuncian que la cantidad de residuos «supera con creces esa cifra». Además, la oquedad del vaso debería de contar con una barrera geológica artificial -que los vecinos denuncian nunca fue construida- en los lados y bases del mismo, con un espesor de capa mineral no inferior a 0,5 metros para asegurar que el sustrato garantice una constante permeabilidad. En este caso, el vaso de vertido está anegado de agua y los materiales reposan acumulados en las orillas y flotando en la superficie. Otra de las exigencias para otorgar la licencia obligaba a la empresa a que la escombrera contará con las medidas de seguridad oportunas para impedir el libre acceso a su interior y evitar vertidos ilegales o posibles accidentes. No existe tampoco puerta de acceso al recinto, «por lo que el trasiego de personas que recogen chatarra es habitual», según explican los vecinos de la Alija de la Ribera. El alcalde Valentín Martínez exigirá a la empresa que dote a las instalaciones de puerta y medidas de seguridad con la mayor brevedad posible. Las presuntas ilegalidades de la Quebrantada ya han sido denunciadas en el Ayuntamiento de Villaturiel, en el Servicio Territorial de Industria y en el Seprona por algunos vecinos de la localidad. A partir de ahora, será la Guardia Civil la encargada de realizar las investigaciones pertinentes para aclarar la situación de la escombrera y tomar una determinación al respecto.