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Los libreros: «Los descuentos ilimitados acaban con el sector»

Publicado por
León

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Los libreros ven con escepticismo los movimientos políticos en torno a la gratuidad de la enseñanza en lo que a ellos atañe: los libros de texto. La postura de Cegal -su órgano representativo-es clara: «Estamos a favor de la gratuidad de los libros de texto y así lo hemos expresado en el Manifiesto por el Libro, pero bien implantadas». Lo que les perturba, según sus propias palabras, es el modo en el que se dirige y digiere esa gratuidad. Inicio académico Para los libreros, la época de inicio académico ha sido siempre un momento importante porque supone un crecimiento importante en su facturación, «pero en los últimos años, debido a la aplicación de modelos inadecuados de gratuidad de libros de texto y las consecuencias de los descuentos ilimitados debido al decreto de julio del 2000, la facturación ha descendido de tal forma que ha supuesto el cierre de numerosas librerías», aseguran, y lo ha hecho, según sus palabras, sobre todo en negocios pequeños que difícilmente pueden equilibrar sus cuentas anuales sin la venta de libros de texto. La evolución en la venta de libros de texto depende de las competencias que tenga cada autonomía en materia de educación, lo que sí quieren dejar claro claro es que las distintas políticas de préstamo ofrecen resultados nefastos para las librerías locales que, además, de tener que aceptar plazos de cobro muy largos, «ven como baja su volumen de facturación», puntalizan. Las distintas medidas Los libreros aseguran que el principal génesis de sus males es la aplicación del Real Decreto 6/2000 del 23 de junio, en virtud del cual se establecen descuentos ilimitados en los libros de texto de educación obligatoria. Así explican que los hipermercados están aplicando descuentos del 25%, porque utilizan el libro como gancho para que el consumidor vaya y adquiera de paso otros artículos. «Hay que tener en cuanta que ese descuento es el máximo que perciben las librerías, por lo que el librero se enfrenta a una competencia desleal por parte de los hipermercados, que venden a precio de coste e incluso con pérdidas», indican, lo que hace que el librero no puede entrar en este tipo de ofertas.