«El número de muertes violentas de mujeres se aminorará a largo plazo»

La secretaria de Políticas de Igualdad, Soledad Murillo, realiza en esta entrevista telefónica un balance positivo de la puesta en marcha de la ley integral contra la violencia de género de modo especial por la implicación concreta de ocho de ministerios y las medidas que trascienden el ámbito penal y civil más tradicionales. Esta tarde clausura el curso sobre violencia de género que organizan el Aula de Formación del Colegio de Abogados de León y la Agrupación Leonesa de Abogadas (Alea). -La ley no ha logrado frenar la sangría de muertes. En León, sin ir más lejos, se registró uno de los últimos casos en agosto. -Los comportamientos no se cambian por una ley, igual que el Código Penal es absolutamente riguroso en la tipificación de delitos y siguen ocurriendo. Pero teníamos que lanzar una ley para hacer un enorme debate a nivel nacional y para que las personas pudieran hablar de la violencia de género, un tema que antes se sabía pero ni se mencionaba. Aminorar el número de muertes violentas será a largo plazo, no es a corto ni a medio plazo. Entender que la mujer no es una propiedad y que la mujer entienda que no debe consentir que en nombre de nada (ni de los celos malentendidos como amor, ni en nombre de lo que te quieren y te protegen) fiscalecen su vida y sus opiniones, llevará un recorrido que tiene que ver con un cambio de actitudes. -¿De qué medidas espera más, del endurecimiento penal o de las educativas? -Espero mucho de ambas. De las educativas especialmente, porque creo que tenemos que darnos cuenta que respetar los roles femeninos y masculinos no nos lleva a ninguna parte. Lo que nos lleva a buen puerto es considerarnos siempre individuos y personas con pleno derecho de autonomía; es lo que nos salvaguarda de cualquier tipo de violencia. Espero mucho también de las medidas que han convertido delitos en faltas, como la coacción y la amenaza, porque nunca he entendido que el atentado contra la propiedad privada fuera constitutivo de delito y en cambio la amenaza o la coacción a una persona vulnerable como la mujer en situación de violencia fuera una falta. Ahí nos hemos arriesgado y hemos llevado al límite la legislación. Se endurece la vulneración de la orden de alejamiento y ahora se tiene plena conciencia de que se está cometiendo un delito. -¿Cuenta con la colaboración de todos los jueces? En León la asociación Adavas denunció falta de amparo judicial hacia la mujer asesinada en agosto en Carrizo. -Redactar una ley es una fase y aplicarla es otra. La aplicación de la ley requiere de un doble compromiso por parte de todos los que participan en el circuito de violencia, bien sean las trabajo social, del ámbito sanitario y, por supuesto, la judicatura. Hasta hace muy poco la violencia de género no figuraba en la memoria del Fiscal General del Estado. No han pasado cinco años desde que figura en esta memoria, lo que quiere decir que no ha estado dentro de la agenda de la Justicia a no ser que existiera un delito de lesiones o de muerte. -¿Hay medios suficientes para aplicar la ley? -Existe una evaluación sistemática de la ley para tener conocimiento de cuál es el grado de necesidad de incrementar nuevos medios. El Ministerio de Justicia también tiene una comisión de seguimientoy ha abierto otro juzgado en Madrid y Barcelona para aumentar la cobertura de protección a la víctima. La ley sale con unos medios y si necesita ampliarse se van a ampliar. -¿En León se contempla la dedicación exclusiva de un juzgado a la violencia de género? -En función de cuáles sean sus agendas de señalamiento y su carga efectiva de trabajo se dotará de nuevos medios, puede ser de dotación de personal, puede ser de nueva creación, eso dependerá del Ministerio de Justicia, pero hay que hacer una primera evaluación. -Ha dicho que quiere convertir a los hombres en protagonistas de la lucha contra la violencia de género, ¿cómo va a lograrlo? -Muchos varones están verdaderamente escandalizados de que alguien que tiene una relación insana y que está constantemente en una situación de conflicto quiera mantener a toda costa bajo su control a la mujer. Hay hombres que están entendiendo que la masculinidad no tiene nada que ver con la violencia y el poder, sino con la complicidad y con vivir un proyecto común. Yo creo que ni las mujeres tenemos que estar con un rol femenino en el sentido clásico del término, ni los varones tampoco. Los varones están apostando cada vez más por su paternidad y por una relación más igualitaria. -Un 7% de las denuncias por violencia doméstica son de hombres víctimas y las cuestiones de inconstitucionalidad que se han planteado alegan que se discrimina a los hombres víctimas. -No se está discriminando a los hombres, que están absolutamente protegidos por el Código Penal. Lo que se está diciendo es que cuando un hombre amenaza no es igual que cuando una mujer amenaza. Cuando un hombre amenaza dentro de un ciclo de violencia está dando la última oportunidad para que esa persona corrija su comportamiento y se pliegue a los mandatos de ese sujeto masculino; cuando un hombre dice «la próxima vez te mato», el miedo sobre su integridad física no es el mismo que cuando una mujer lo dice. Lo que hemos hecho ha sido entender que ella es más vulnerable, tenemos que estudiar ahora cuánto tiempo se está dentro de un maltrato, pero sí sabemos que de las muertes producidas en el 2003-2004, no de las denuncias de coacciones y amenazas, de las muertes, insisto, el 75% no denunciaron la violencia. Cuando alguien calla, perdona y vuelve a dar oportunidades está en una situación de mayor vulnerabilidad que otra persona que tiene todo su derecho a denunciar y está protegida por el Código Penal, como es el caso de los hombres. Lugar: Aula Gordón Ordás de El Albéitar (Avenida de la Facultad). Fecha: Hoy jueves a las 20.00 horas. Entrada: Abierta y gratuíta.