Ejecutivo central y Junta coinciden en la necesidad de hacer viable la modernización de regadíos
El Gobierno cree que esta legislatura «será la de la gran galopada del regadío»
Tanto el secretario general de Agricultura como el consejero del ramo de la comunidad coincidieron ayer en León en señalar la necesidad de hacer «viables» la modernización de los regadíos para «garantizar la pervivencia del campo, su población y el futuro de los cultivos». El representante del Gobierno, Fernando Moraleda, explicó que los «nuevos retos en la agricultura se centran en optimizar y mejorar la gestión del agua, siempre dentro del contexto de una política de desarrollo sostenible». Durante la jornada técnica organizada por la Federación nacional de Comunidades de Regantes sobre modernización de regadíos y sequía, a la que asistieron cerca de 200 regantes de todo el país, Moraleda insistió también en que «la mejor forma de prevenir la sequía es creando infraestructuras de captación, canalización y optimización del agua» y anunció un nuevo plan de regadíos. «Esta legislatura pasará a la historia como la gran galopada del regadío español». En este sentido, recalcó que en un año han acometido los planes de modernización previstos para todo el mandato. Por su parte, el consejero de Agricultura, José Valín, puso de manifiesto «el compromiso» de la Junta con el regadío en la comunidad. Subrayó que la institución autónoma aporta el 20% a fondo perdido en cada uno de estos proyectos, además de hacerse cargo de dos puntos de interés en los créditos que han de suscribir en los planes los agricultores. «Creo que el mensaje debe ser la necesidad y el interés de todos en hacer viable las modernizaciones». Más obras hidráulicas Al igual que el secretario general de Agricultura, Valín hizo referencia a que la modernización de los regadíos debe ir paralela a los planes hidrológicos, poniendo como ejemplo el desarrollo del Canal Bajo de los Payuelos. Reclamó al Gobierno más infraestructuras hidráulicas ante la sequía venidera. «Asimismo se precisa más modernización de regadíos y muchísima más regulación, porque el regadío es el que mantiene el territorio y la población». Respecto a los agricultores y el uso que éstos hacen del agua, El secretario general de Agricultura consideró que es «injusto acusar al regadío y al regante de precursores del desperdicio del agua». Afirmó para defender este argumento que en el último quinquenio el consumo de agua destinada al campo no ha crecido «sustancialmente», como contraposición, sin embargo, evidenció el incremento de urbanizaciones residenciales con amplias zonas verdes y del turismo. «En el último año el Ministerio de Agricultura ha ahorrado agua equivalente a la que ocupa el embalse de entrepeñas», manifestó.