Las cajas, ejemplo de arraigo

Desde su nacimiento en el siglo XIX las cajas de ahorro han sido instituciones muy populares y han mantenido una vigorosa vinculación con el territorio, vínculo que no sólo no se ha roto con la inevitable evolución de las instituciones financieras, sino que se ha fortalecido a través del peso de las obras sociales y de la participación de estas entidades en los proyectos que las administraciones han considerado estratégicos para las zonas donde se ubican. Así lo manifestó ayer el director general de Caja España, José Ignacio Lagartos, durante el acto de graduación de la cuarta promoción del Master en Dirección de Empresa de la Universidad de León, un acto presidido por el rector, Ángel Penas, en el que participaron también la decana de Económicas, María Jesús Mures, y Fernando Aller, director de Diario de León. Lagartos fue el encargado de dictar la última lección del master, en la que hizo un repaso histórico y económico de la evolución y los retos de futuro de las cajas de ahorro. El director general de Caja España recordó que el nacimiento de la institución en la provincia fue «fruto del espíritu ilustrado que había llegado años antes a través de la Sociedad de Amigos del País», con un propósito modernizador del que surgieron entidades emblemáticas del desarrollo provincial. El responsable de la caja recordó que las reformas legales de los últimos años sobre las cajas de ahorro, instituciones en las que la definición de su naturaleza jurídica sigue siendo un reto, han permitido un crecimiento «espectacular» de estas instituciones, de manera especial en los últimos treinta años, en los que se han convertido en una «pieza indispensable del crecimiento económico». Obra social José Ignacio Lagartos hizo especial hincapié en la relevancia que la Obra Social ha tenido y sigue teniendo en la actividad de las cajas de ahorro, cuyos beneficios no pueden ser repartidos y cumplen, en cambio, un objetivo de clara vocación social de las entidades. «En la actualidad sus prioridades son el deporte, la cultura, el medio ambiente y su actividad contra la exclusión social y financiera», recordó, actividades que han reportado a las cajas «enorme popularidad y arraigo social». Sin embargo, la principal actividad de estas entidades financieras sigue siendo la económica, marcada (especialmente en los últimos años) por las intensas transformaciones del sistema financiero, debidas fundamentalmente a la desregulación de los mercados, la intensificación competitiva, la evolución tecnológica, las nuevas formas de gestión y la aparición de intermediarios financieros cada vez más eficientes. «Aunque cada vez más comprometidas con nuevos segmentos del mercado, las cajas de ahorros han sabido mantener su apuesta por la actividad minorista centrada en el negocio tradicional». Claves del éxito En opinión del director general de Caja España la clave del éxito de estas entidades se explica en haber sabido «mantener su espíritu fundacional, que implica un fuerte compromiso con la promoción del desarrollo regional», a través por un lado de las inversiones en empresas y por otro de una especial atención a los sectores estratégicos. En el primero de los casos Lagartos se refirió a los sectores de construcción e inmobiliario, así como las nuevas tecnologías. En general, «empresas con fuerte potencial de crecimiento, y con una vigorosa política de adquisición de participaciones industriales». En los sectores estratégicos, a través de participaciones animadas por los gobiernos autonómicos, en el caso de Caja España a través de la sociedad Madrigal. Estabilidad y desarrollo En resumen, Lagartos destacó que estas entidades «representan una significativa contribución a la estabilidad del sistema financiero, y al desarrollo económico. Son entidades singulares, complejas, pero que han sabido responder con eficacia a los formidables retos de adaptación que ha planteado la modernización de la economía española. Las cajas de ahorro, dijo, están preparadas para hacer frente a un entorno cada vez más competitivo y globalizado, a través de sus estrategias empresariales, y para abordar el futuro con niveles cada vez más elevados de competitividad y eficacia».