Las calles del centro, un paseo para los pendones
A la sombra de la estatua de Guzmán se reunieron ayer, a primera hora de la mañana, los más de 120 pendones que participaron en el desfile para honrar al patrón San Froilán. Desde allí, enfilaron Ordoño II para llegar a la calle Ancha. La rivalidad que mantienen los pendonistas entre ellos les obliga a poner al límite sus habilidades. Valderrey se alzó ayer con el primer premio. Al finalizar la calle Ancha, los pendones se encontraron con las miles de personas, que aprovechando el buen tiempo ayer salieron a la calle. Gran parte de ellos habían estado observando atentamente la representación de Las Cantaderas y el enfrentamiento del foro y la oferta entre el Ayuntamiento y del Cabildo Catedralicio. También, los que se habían concentrado en la plaza de Regla para contemplar a los carros. La esquina con Mariano Domínguez Berrueta aumentó aún más la belleza de este elemento de la tradición leonesa. Las pendonetas se convirtieron en pendones al subirse su portador a hombros de un compañero y alzar la enseña hasta tocar la cruz del más alto. Los más hábiles, también treparon por el mástil como si de una cucaña se tratase mientras el pendonista intentaba mantener el equilibrio. Algún turista despistado se sorprendió del ambiente de la Catedral.