El control sobre el ave salvaje

Dice el diccionario: Arte de criar, adiestrar y proteger halcones y demás aves de caza. Ya han pasado once años desde que La Virgen del Camino fuera sede por primera vez del encuentro internacional de Cetrería del Norte de España, y por eso ya resulta familiar para los leoneses el arte que pone en contacto al hombre con el ave salvaje. La razón que lleva a una persona a aprender la técnica es la atracción que siente hacia un animal bello pero, por encima de todo, es el hecho de lograr el control sobre un ave salvaje. Durante todo el fin de semana, los aficionados a la cetrería han podido disfrutar de la exhibición celebrada en las inmediaciones de La Virgen del Camino. Pero no era una exhibición sin más; las jornadas se han convertido en todo un fin de semana en torno al arte de amaestrar aves rapaces, con conferencias de expertos en la materia, venta de utensilios y muchos pájaros. La cetrería fue una técnica muy practicada durante la Edad Media. Por aquel entonces, se utilizaba sobre todo para cazar. Ahora las cosas han cambiado poco, prácticamente nada en cuanto a la técnica se refiere, pero el concepto de método de caza han cambiado algo. De hecho, un ave falla en la caza de la presa en un 80% de los intentos. Por eso, asociaciones y aficionados tratan de defenderse así de las críticas de quienes lo consideran una amenaza para el mundo animal. Y dan más argumentos: en Estados Unidos, la repoblación del Halcón peregrino, en peligro de extinción, pudo realizarse gracias a las asociaciones de los cetreros. Pero éstas no son las únicas críticas que reciben los aficionados al vuelo del halcón desde otras asociaciones ecologistas: en otro caso la acusación se refiere al robo de presas salvajes. Sin embargo, todas las aves utilizadas por los socios son criadas en cautividad y cuentan con su documento propio de identidad. España no es un país en el que exista una afición masiva (países como Inglaterra o Alemania cuentan con unos 17.000 cetreros registrados, mientras que la Asociación Española cuenta con 600 socios que realizan exhibiciones regulares por toda la península). Es una afición como cualquier otra, pero que exige mucha constancia: tienen que entrenar al ave cada día, darle de comer, tener sitio donde echarla a volar... No es costoso, aunque parezca lo contrario cuando la pieza más barata cuesta 800 euros. Las competiciones que tuvieron lugar durante el día de ayer enfrentaron a sesenta halcones y veinte águilas harrys. Los primeros se exhibieron en altanería, mientras los segundos lo hicieron con la técnica del bajo vuelo. En cada prueba se lanzaba una presa y la misión del ave era cazarla. Sin embargo, en realidad esto no se cuenta, pues en ningún caso consiguen cazar la presa. Por tanto, los jueces evalúan la altura que alcanza, el control del cetrero sobre el ave y el picado con que finaliza. Cada ave se exhibe durante diez minutos. Ayer, en La Virgen del Camino, estaban representadas todas las comunidades autónomas, además de aves de Bélgica, Francia e Inglaterra. Durante los vuelos, que comenzaron a las ocho de la mañana, recibieron la visita del presidente de la Diputación, Javier García-Prieto y el diputado de Deportes, Enrique Gil. Por la tarde, el Ayuntamiento de Valverde de La Virgen homenajeó a los cetreros con la inauguración de una estatua.