La planta de biodiésel de Repsol y Ugal tendrá capacidad para 100.000 toneladas Llorente: «Nuestro proyecto es éste; no contemplamos fusiones»

La planta de obtención de biodiésel que Repsol y Ucogal van a desarrollar en la provincia leonesa logrará una producción final de combustible refinado de 100.000 toneladas. La cifra es casi tres veces superior a la capacidad de las plantas que actualmente extraen combustible biológico a partir de aceites vegetales. Para llegar a esa elaboración se precisarán hasta 300.000 toneladas de semillas de oleaginosas (colza, soja, nabina o girasol). Los impulsores decidirán en menos de dos meses el lugar exacto de ubicación de la refinería, sobre un terreno de 25 hectáreas. La extensión se define por entramado industrial que va a definir la planta, a la que se destinarán 60 millones de euros de inversión. La complejidad de la construcción marca precisamente los tiempos de la ejecución del proyecto. Las obras -que está previsto que se inicien en los primeros meses del 2006- se extenderán durante los dos próximos años. Con el cálculo que manejan los promotores de la iniciativa industrial, Repsol va a obtener carburantes a partir de plantaciones de oleaginosas en León a partir de la cosecha del año 2009. Repsol hará de la planta leonesa un referente a nivel nacional en la obtención de biocarburantes. Por dimensiones (la producción media que se estima en los nuevos proyectos o en los que ya están operativos se cifra en 35.000 toneladas de refino) y por dotación tecnológica: el complejo contará con una planta extractora -donde obtendrá el aceite necesario para la transformación en biodiésel- y de una refinería, que ultimará el proceso de transformación en combustible. Traslado al centro logístico Para decidir la ubicación de la planta cuenta la capacidad de distribución del combustible. Aunque en las fechas posteriores al anuncio se especuló con la ubicación próxima a una vía de tren para asegurar el transporte, esta necesidad podría quedar cubierta con el traslado del carburante hasta el centro logístico de hidrocarburos que la empresa promotora tiene al lado de la León-Burgos, al sur de Onzonilla. Incluso, los técnicos podrían recurrir a un oleoducto desde el lugar próximo en el que se instale la fábrica de combustible para comunicar el centro productor con el distribuidor. La posición consolidada de Repsol no ha pasado desapercibida algunas sociedades del sector energético y de la industria de transformación agraria. Así, EHN (Energía Hidroeléctrica de Navarra), Ebro y Enhol, Ebro Energía, han mostrado su disposición a integrarse en el proyecto, que Repsol y Ucogal van a llevar a cabo, se añadan o no más accionistas. Matías Llorente, el responsable de la cooperativa Ucogal, que acordó con Repsol el impulso del proyecto de una planta de biodiésel en la provincia, declinó ayer manifestarse sobre las invitaciones de «fusión» con otros proyectos de biocarburantes anunciados para esta provincia. «No vamos a contemplar esa posibilidad, fusionarnos porque hemos cerrado un acuerdo con Repsol, ya hay un proyecto definido y ese es nuestro camino». Y manifestó su satisfacción «porque otras empresas también elijan León para desarrollar el campo».