Alenhi celebra hoy y mañana las primeras jornadas del trastorno por déficit de atención en León
El 15% de los niños hiperactivos corren riesgo de adicciones en la edad adulta
Rubio: «Hay que perder el miedo a la medicación, está en juego el futuro del chaval»
El 15% de los niños con trastorno por déficit de atención son candidatos a sufrir adicción a sustancias en la edad adulta, señala el psiquiatra Gabriel Rubio Valladolid que hoy participa en las primeras jornadas que se celebran en León sobre este trastorno, conocido comúnmente como hiperactividad. La Asociación Leonesa de Afectados por el Trastorno de Déficit de Atención, con o sin Hiperactividad (Alenhi) es la promotora del encuentro en el que psiquiatras, psicólogos y educadores pondrán sobre la mesa las posibilidades de diagnóstico y tratamiento del trastorno que afecta al 5% de la población infantil y se prolonga a la edad adulta en el 50%-70% de los casos. El psiquiatra, jefe de los servicios de salud mental de Retiro (Madrid), señala que el 30% de las personas tratadas por alcoholismo en sus consultas tuvieron problemas típicos del trastorno por déficit de atención en su infancia. Rubio defiende la necesidad no sólo de diagnosticar, sino también de tratar a los niños con medicamentos siempre que el psiquiatra lo estime necesario. «Hay que perder el miedo a tratar farmacológicamente este trastorno porque está en juego el futuro del chaval», agrega. Los estudios de seguimiento realizados con adolescentes (años 80 y 90) tratados con Metilfenidato han demostrado «no sólo no crea adicción, sino que disminuye el riesgo». Lo contraproducente, agrega, es no tratar al niño con TDHA porque «empezará a tener problemas académicos, se hará más impulsivo y es más fácil que se una a grupos con peores conductas». El psiquiatra resaltó el papel de las asociaciones como impulsoras de un cambio de mentalidad en la sociedad y en psiquiatras que hasta ahora eran reacios a recetar medicamentos a los niños. También hace hincapié en el papel de los enseñantes que, junto con la familia, son los primeros en observar el trastorno en los niños. «Cuando se ve a un niño muy inquieto hay que hablar con psicólogo del colegio y luego derivarlo a salud mental». «No sabemos la causa, pero ocurre porque se producen alteraciones en el funcionamiento de dos neurotransmisores»