La comisaria desoye a los once críticos y mantiene intacta la reforma del azúcar

Un grupo de once países, entre ellos España, reafirmó ayer su rechazo a la reforma del sector del azúcar, mientras que la comisaria europea del ramo, Mariann Fischer Boel, mantuvo su posición y sólo dio muestras de flexibilidad en el fondo de reconversión para promover que las fábricas abandonen la actividad. El Consejo de Agricultura discutió de nuevo sobre la reforma de la Organización Común de Mercado (OCM) del azúcar que la CE quiere aprobar en noviembre, porque dice que es «absolutamente necesario», al igual que la presidencia británica de turno de la UE. La posición de los ministros no cambió demasiado respecto a debates anteriores y el grupo de once países que rechaza las propuestas de Bruselas presentó una carta a la comisaria Fischer Boel para pedir que cambie sus propuestas. La carta ha sido firmada por España, Grecia, Irlanda, Italia, Letonia, Lituania, Hungría, Portugal, Eslovenia, Finlandia y Polonia. Rebaja de precios Estos países reclamaron rebajas de precios significativamente inferiores a las que pretende la CE (-39% en azúcar y -42,5% en remolacha) y además, solicitaron un aumento de las compensaciones directas para los remolacheros y otros trabajadores afectados por la reconversión que quiere emprender Bruselas, unos 15.000 en Castilla y León, la principal comunidad productora en España. Pidieron que esas compensaciones para los agricultores sean superiores al 60% de la merma de ingresos por la reforma, cifra planteada por Bruselas. La ministra española, Elena Espinosa, manifestó en rueda de prensa que este grupo tiene votos más que suficientes para bloquear la reforma y aseguró que tras el debate de ayer y en los términos en que está planteada «sería imposible» que la UE la acuerde en noviembre. El consejero de Castilla y León, José Valín, que acompañó a Espinosa en representación de las comunidades autónomas, se limitó a respaldar a la ministra y no quiso hacer declaraciones. Según otras fuentes comunitarias, está claro estos once países bastan para vetar la reforma, pero habrá que ver cómo continúan las discusiones de aquí al Consejo de noviembre, en el que se espera la negociación final. Más primas industrias En el consejo de ayer, la Comisión mostró «más flexibilidad» en la parte de la reforma que afecta al fondo de reconversión, un instrumento que pretende crear Bruselas para potenciar el abandono, mediante ayudas de cuatro años a las fábricas que cierren su actividad, que el primer año sería de 730 euros por tonelada. Esto contrasta con los 4,68 euros por tonelada que se daría al remolachero afectado por el cierre de la factoría. La comisión ha propuesto que en el fondo de reestructuración haya una mayor intervención de las Administraciones nacionales y que también se garantice una ayuda específica para los remolacheros. Asimismo, Bruselas ha sugerido que se establezcan distintos tipos de ayudas y con distinto importe: una para el desmantelamiento total y otra por el parcial. La ministra señaló que entre los días 7 y 11 de noviembre se celebrará un grupo del que dependerá mucho cómo van a continuar las negociaciones y su final. La ministra Elena Espinosa dijo que España y sus países aliados tienen estudios sobre los recortes de precios que podrían aceptar, pero «guardamos las armas para el final», manifestó. «En los términos que está planteada será imposible que la Unión Europea la apruebe en noviembre» ELENA ESPINOSA