Ruido ensordecedor
La nueva normativa sobre ruido en las empresas, que entrará en vigor en el 2006, reduce a 87 decibelios el nivel permitido, por encima de esta cifra estará «taxativamente prohibido» trabajar
Las empresas ya no podrán superar un nivel de ruido superior a 87 decibelios según el texto de la nueva Directiva que entrará en vigor a lo largo del 2006, aunque la fecha aún está por determinar. El objetivo es establecer las disposiciones mínimas en materia de protección de los trabajadores contra los riesgos para su seguridad y salud que puedan originarse por la exposición al ruido y en particular por los riesgos que pueda sufrir el oído. Ayer se celebró una jornada técnica sobre el exceso de ruido, organizada por la Oficina Territorial de Trabajo con motivo de la Semana Europea del Ruido. Fue inaugurada por el delegado territorial, Eduardo Fernández, y participaron como ponentes Fernando Galindo Meño, Inspector de Trabajo, Cristino Casas, jefe del servicio de Otorrinolaringología, Pedro Ruipérez, jefe de sección de Seguridad e Higiene Industrial y Manuel Geijo Rodríguez, jefe de sección de Formación de la Unidad de Seguridad y Salud Laboral. Sordera irreversible «La exposición continuada a niveles altos de ruido puede conducir a la sordera irreversible», apunta Casas, quien además considera que León está muy industrializado, y señala al sector minero y al de la construcción como los más afectados, por niveles excesivos de ruido, aunque no los únicos. Para que el ruido provoque una enfermedad es necesario un tiempo de exposición determinado y una intensidad que supere los umbrales permitidos. Los jóvenes también corren peligro de sufrir sordera por el uso excesivo de walkman y los altos decibelios que registran la mayoría de locales nocturnos. Galindo Meño explica que por encima de 87 decibelios, contando con el uso de dispositivos de prevención, cascos o tapones, se aplicará la prohibición taxativa de trabajar y tendrán que aplicarse medidas paliativas. «La utilización de equipos de protección no es la norma sino la excepción», cuando se aplique el decreto sobre vibraciones, «habrá muchos cambios en las empresas».