Diario de León

Presidente de Caja España

«Caja España es la décima del país, debe estar también en zonas con más PIB»

Lagartos apuesta decididamente por la actividad crediticia, y defiende la implicación en la promoción inmobiliaria, sin olvidar los principios de solidaridad de la entidad

León

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José Ignacio Lagartos llegó a la dirección general de Caja España a finales del 2003, en un clima de revuelo político que dos años después se ha transformado en estabilidad y actividad volcada en el negocio. Empeñado en impulsar la actividad comercial y acceder a sectores con gran potencial, como jóvenes, empresarios e inmigrantes, los resultados de la entidad en los nueve primeros meses del año revelan el éxito del esfuerzo: el beneficio del grupo después de impuestos crecieron un 48,4% sobre el ejercicio anterior. Al margen de la actividad tradicional de las cajas, la captación de fondos, Lagartos ha impulsado el negocio de la concesión de créditos, implicándose especialmente en el sector inmobiliario. No teme los riesgos si el empleo se mantiene en el país y la entidad guarda una proporción adecuada en la estructura de sus préstamos. Volcado también en la expansión de la entidad, este mismo mes Caja España entrará en el mercado catalán, porque considera que la décima caja del país no puede tener descubiertos los mercados que concentran la mayor parte del PIB nacional. Y, desde luego, tiene bien presente el esfuerzo en la Obra Social, la verdadera razón de ser de las cajas de ahorros. -¿En qué aspectos de los resultados comienza a notarse el proyecto que ha puesto en marcha? -En que los resultados normales, recurrentes de la caja, son buenos. Este año estamos teniendo unos resultados atípicos, en el 2004 se contó con la OPV de Fadesa, y no obstante ahora hemos crecido 48,4%. Ha mejorado el margen financiero y se han reducido costes, y eso implica estar en un momento bueno. -Uno de los objetivos que se marcó fue la captación de clientes donde había más potencial de mercado: jóvenes, inmigrantes y rentas altas. -Los resultados de las actuaciones en este sentido han sido óptimos, para los jóvenes hemos hecho un esfuerzo especial con el portal t-enteras.com , que ha tenido muchísimo éxito. Además entre los premios de la Obra Social hemos entregado uno de música dirigido a los jóvenes, y enviaron más de 660 canciones. En el tema de los inmigrantes hemos llegado a acuerdos con ellos, el Día de la Hispanidad hicimos un acto en Madrid con miles de inmigrantes, especialmente iberoamericanos. Además estamos lanzando productos especiales, llegamos a acuerdos con compañías de viajes; y por supuesto estamos dispuestos a contratarles. Por lo que se refiere a las rentas, tenemos en nuestro equipo comercial dos nuevos apartados: los gestores de empresa y los gestores de rentas altas. Esos proyectos nos están dando el paso adecuado que debe llevar la caja. -En el momento actual, de revuelo político, ¿cuál es la confianza de la caja en las instituciones y cómo puede influir en el negocio? -El consejo de Caja España ha dado una lección muy positiva de cohesión y profesionalidad, de trabajo en equipo. Para hacer esto la gente tiene que sentirse cómoda, y dedicar todo su esfuerzo a la actividad profesional. En términos generales, en estos momentos hay una situación política más crispada de lo que había hace unos meses, y los políticos tienen su responsabilidad en ello. Pero confío en que esto no afecte a nuestra capacidad de crecimiento. -Dentro de pocos días la entidad abrirá su primera oficina en Barcelona, ¿cómo afronta esta parte de la expansión? -La llegada de Caja España a Barcelona es un hito, es un mercado muy interesante. El catalán es pragmático, le gusta sumar más que restar y está avanzando. La entidad se ubicará en el corazón financiero de Barcelona, y vamos con toda la pretensión y todo el orgullo de instalarnos allí. -Pero es un mercado difícil. -Por supuesto, pero no más que otras zonas. Es un mercado financiero de primera línea, de hecho tiene diez cajas de ahorro, pero por otra parte tiene un desarrollo y una concentración de cerca del 20% del PIB español. Además, como punto de partida tenemos ya 12.000 clientes en Cataluña, descendientes de nuestro territorio histórico sobre todo. Entre el 2005 y el 2008 abrir 18 sucursales en Cataluña. -¿Cuántas oficinas tiene actualmente la entidad? -En total son 732, de las que la mayor parte están en el territorio histórico: 241 en León, 124 en Valladolid, o 59 en Palencia, por ejemplo. En Madrid tenemos 99 oficinas. -Las entidades españolas siguen abriendo oficinas, cuando la tendencia europea es la contraria gracias a la aparición de canales como Internet o la banca telefónica. -Se trata de un tema cultural, somos el país donde más oficinas hay por habitante. A nosotros nos gusta que nos atiendan personalmente. Ahora el 20% de las operaciones que realizamos las hacemos por Internet, desde consultar un saldo hasta contratar una hipoteca, de hecho la hipoteca.net es más barata que las que se consiguen en las oficinas. Pero a la gente le gusta exponer su problema, consultar con el director de su sucursal. Por otro lado, las entidades financieras tenemos que dar un servicio global a los clientes, y las cajas podemos llegar a acuerdos pero no podemos fusionarnos, con lo cual si queremos actuar en un mercado tenemos que abrir oficinas allí. Hasta finales del 2004 Caja España no estaba presente en territorios que representaban más del 50% del PIB nacional, una circunstancia absurda en la que es la décima caja del país. -Sin embargo se plantean también reestructurar las oficinas en zonas con declive poblacional. -Lo estamos haciendo, pero con mucho cariño y pausa. Somos conscientes de lo que representamos en Castilla y León, somos la mayor institución de la comunidad y en muchos de esos pequeños pueblos tenemos gran importancia. No pretendemos cerrar oficinas, pero sí reestructurar en pueblos próximos, fijar horarios determinados de apertura, o días de consulta,... Pero sabemos que no podemos marcharnos, porque nuestro trabajo no se basa en criterios estrictamente económicos. La solidaridad es una parte muy importante en la caja. -Dentro de la filosofía de expansión hay tendencia a dividir el peso específico y la toma de decisiones entre León, Madrid y Valladolid. -Se trata de que las decisiones se tomen ahí donde corresponde, que cada responsable de negocio sepa cómo hacer las cosas en el lugar donde se encuentra y que mejor conoce, de acercar los centros de decisión a las personas. En estos momentos vemos que muchas personas están acudiendo a financieras que les cobran tipos de interés entre el 18 y el 22%, y quizá no hemos sabido contactar con este tipo de clientes. -En cuanto a la participación empresarial, ¿a qué sectores miran y con qué criterios? ¿La naturaleza de las cajas les limita a la hora de asumir riesgos? -Nuestra cartera de inversiones está en dos segmentos distintos, la cartera especulativa, con un importe limitado y sublímites para que sea una inversión más dentro de la caja, pero tranquila. La segunda parte, más importante, es la inversión en compañías en las que participamos porque contribuyen al desarrollo, participamos en su accionariado y en su gestión. Por ejemplo tenemos un 3% en Fadesa, con acuerdos de colaboración importantes en promociones inmobiliarias; o un 10% en Lingotes Especiales, en la que asumiremos la vicepresidencia y que supone un importante foco de desarrollo económico y social de Castilla y León. También en la comunidad estamos desarrollando en Valencia de don Juan Tubos de Castilla y León, con un 49%, que pensamos que tiene futuro industrial. Seguimos siendo accionistas de referencia en Ebro, porque Caja España tiene su responsabilidad en esta comunidad, al igual que ocurre en Iberdrola, por los acuerdos de inversión en la autonomía. En León estamos en la promoción con Agelco, a través de Viproelco, y como partícipes de la agrupación de constructores estamos en proyectos como Lagun Air, por ejemplo. Son ejemplos de nuestra participación empresarial. -En Sociedad Madrigal, ¿dónde está el equilibrio entre los intereses de la Junta y los intereses de las cajas? -Más que hablar de intereses individuales hay que hablar del interés conjunto que tenemos por desarrollar Castilla y León. Estamos trabajando en varios proyectos y mirando otros nuevos, y han sido aceptados porque contribuyen al desarrollo de la comunidad. No sentimos, sinceramente, ninguna presión por pa rte de la Junta para que hagamos determinados proyectos, y no lo entenderíamos de otra manera porque las cajas son entidades financieras que se juegan su dinero. Pero también entendemos que es parte de nuestra actividad, siempre que los proyectos sean viables. -La politización es inevitable, pero las cajas están intentando dotarse de una norma legal que les libre de los estatutos y no les ponga en manos de las autonomías -Es evidente, en el momento en el que las cajas tengan cualquier tipo de cortapisa de ordenación o estructuración por parte de quien sea será muy negativo. Las cajas estamos demostrando que somos más del 50% del sistema, no sólo en captación de recursos, que era nuestro negocio tradicional, sino también en concesión de créditos. El sistema bancario se ha puesto nervioso por la presencia de las cajas, y es que no lo estamos haciendo mal. Debemos seguir así, sin entrar en ámbitos que puedan perjudicar nuestra actividad.

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