Los criadores reclaman la intervención del Gobierno para lograr la sede del mastín

«Duele ver la falta de respuesta por parte de la Junta». El secretario de la Sociedad Canina Leonesa, Félix García, anunció ayer que siguen intentando conseguir la tenencia exclusiva de la raza del mastín y que su sede se ubique en León. Ante la decisión de la Junta de este verano de dividir la gestión de la raza en tres libros genealógicos, tantos como sociedades pujaban por ella, el colectivo que más ejemplares aglutina avanzó que próximamente mantendrán un encuentro con el delegado del Gobierno en Castilla y León, Miguel Alejo, para pedir su mediación ante el Ministerio de Agricultura con el objetivo de que León sea la sede oficial de esta raza milenaria ligada al pastoreo en la provincia. «Como originario de León, la Junta no ha atendido nuestras peticiones para que la sede oficial de esta raza se quede en exclusiva en la provincia; esta falta de sensibilidad con León para atender todas las peticiones no ha tenido en cuenta todos los apoyos que conseguimos», recalcó García. La Sociedad Canina Leonesa ya cuenta en su sede con uno de los tres libros que la institución autónoma ha autorizado para la gestión del mastín (los otros dos están en manos de la Asociación Española del Mastín y la Asociación Nacional de Criadores de Mastín Español), aunque todavía no ha inscrito a ningún ejemplar. Antes, precisan llegar a un acuerdo con la Sociedad Canina Española para que homologue este nuevo libro, de manera que los mastines inscritos puedan participar así en pruebas y circuitos internacionales. En la entrevista que mantendrán con Alejo, los representantes de la Canina de León tratarán de conseguir la sensibilización del delegado ante una demanda compartida por miles de leoneses. Fue precisamente el Ministerio de Agricultura y Ganadería quien estipuló la gestión de las razas autóctonas a través de clubes oficiales de raza, con la obligatoriedad de que tuviera ámbito nacional. En la comunidad esta orden incluye al mastín, el perro perdiguero de Burgos y el galgo español. Los principales argumentos de la Canina Leonesa para lograr la sede oficial de esta raza, ahora dispersa en tres libros genealógicos, se centran fundamentalmente en razones vinculadas al nacimiento y pervivencia del mastín ligado a la provincia, el número de ejemplares y criadores existentes y la sensibilidad social hacia una raza que los leoneses consideran como suya. «La raza estaría mejor defendida con un solo libro de tenencia, porque así es un lío para los criadores y la propia cría y difusión de sus características», manifestó García.