Los 700 curas cobran un salario medio de 600 euros
El pago de honorarios y haberes del clero es el principal gasto de los obispados de León y Astorga. La asignación mensual de un sacerdote diocesano ronda en ambos territorios los 600 euros. El número total de curas, jubilados y en activo, ronda los 350 también en ambos territorios. En este grupo se integran los profesores de religión y los capellanes de los hospitales y la cárcel. De los que están en activo, aproximadamente el 60%, la mayoría tiene menos de 65 años. León y Astorga se caracterizan por gestionar parroquias rurales, en las que predominan las situadas en poblaciones con menos de 200 habitantes. Los últimos datos facilitados por el obispo de León, Julián López Martín, desvelaban que en su diócesis hay 88 parroquias en pueblos con menos de 25 habitantes, 144 en localidades de entre 26 y 50 vecinos y sólo 16 iglesias en poblaciones que oscilan entre 5.000 y 10.000 habitantes, lo que da idea de la dificultosa situación pastoral. No en vano, León capital y los ayuntamientos del alfoz general dos terceras partes de la actividad parroquial de la diócesis. La media de edad de los sacerdotes en León es de 64 años, un dato totalmente desesperanzador para la curia, puesto que ya no hay relevo generacional. Estos datos son los que han llevado al Obispado de León a iniciar hace unos años una reorganización de la diócesis para concentrar la actividad de 741 parroquias en 61 núcleos de población y suprimir arciprestazgos. Paralelamente, uno de los proyectos que se quiso poner en marcha es convertir a 115 sacerdotes de los 225 en activo en nuevas herramientas de atención social.