La Junta aporta tres millones para cofinanciar la salida de las balas de basura

Las ya cerca de 400.000 toneladas de basura que se acumulan en fardos desde el año 2000 en Trobajo del Cerecedo, Ferral del Bernesga y Valdefuentes del Páramo todavía no tienen destino. Sin embargo, Gersul estima que la solución a las balas de residuos almacenadas y la mejora ambiental del entorno de sus áreas de depósito durante estos años supondrá una inversión que superará los 18 milllones de euros. Precisamente, ayer el Consejo de Gobierno de la Junta aprobó una subvención directa de tres millones de euros para el plan de desalojo de la basura de estos tres núcleos. La ayuda será destinada al consorcio provincial para la gestión de los residuos, aunque por el momento la solución para las balas no está decidida. Fuentes de Gersul, confirmaron que siguen trabajando activamente en dar salida a los fardos de basura. «Se trata de buscar el sitio adecuado y que todos estén de acuerdo con la idea». La Junta, incluso, reconoce la dificultad de la solución y asegura que «supone una compleja actuación ambiental». Según cálculos de la institución autónoma, el número de fardos de basura almanenados en estos tres núcleos asciende a un total de 526.697, cuya superficie de ocupación alcanza los 550.000 metros cúbicos. La entrada en funcionamiento del complejo del CTR en San Román de la Vega, en septiembre del 2004, cesó la acumulación de balas, pero los depósitos de las almacenadas hasta entonces permanecen en los mismos lugares a la espera de una salida. El entorno inmediato de estos depósitos afecta a algo más de 4.600 vecinos de las áreas mencionadas. Aunque en un principio, Gersul llegó a barajar la posibilidad de que esta basura en fardos fuera enterrada, tras un proceso de tratamiento, en el vaso o vertedero del CTR, finalmente esta solución fue descartada por no ser la más adecuada y acortar en el tiempo la capacidad de almacenaje de esta superficie. La denominada solución transitoria ha provocado innumerables protestas entre los vecinos afectados, que temen los efectos negativos de un almacenamiento tan prolongado a la intemperie.