UGT advierte que no negociará un reparto de los fondos mineros «al servicio de las autonomías»
«Con el Plan del Carbón propuesto no llega nadie al 2012», según Apema
Los sindicatos proponen que suministren a las térmicas las cuencas más próximas
Cuando la negociación del Plan del Carbón 2006-2012 entra en una semana que pretende ser decisiva en los dos frentes de diálogo que se mantienen abiertos desde el Gobierno, con la patronal Carbunión y con los sindicatos, las demandas y las perspectivas sobre el futuro del sector se afilan para perfilar un proyecto que garantice las mejores condiciones para la minería en los próximos años. El presidente de la Asociación Provincial de Empresarios de Minas de Antracita (Apema), Manuel Lamelas Viloria, considera que la postura de los empresarios es actualmente «de espera». «El acuerdo firmado hasta ahora entre el Ejecutivo y los sindicatos recoge sólo la parte social, ahora la patronal entra en juego porque hay mucho camino que andar, y el uno de enero (fecha en la que debería entrar en vigor el nuevo plan) está a la vuelta de la esquina». En cualquier caso, el presidente de los empresarios mineros leoneses advierte: «No es aconsejable dar ningún paso atrás, estos días tiene que haber avancez necesariamente». Y va más allá: «Si el plan se mantiene en la propuesta actual, al año 2012 no llega nadie, ya lo han advertido varios empresarios». Por ello aboga por aplicar el sentido común y ser conscientes de los intereses que están en juego. Apuesta decidida Manuel Lamelas recuerda que «el carbón no es algo que pertenezca al pasado, en todo el mundo, en Europa, se está apostando por esta fuente de energía, que es la autóctona, y la más barata». El empresario advierte también que no se puede jugar a la demagocia con argumentos como la contaminación, «porque el Protocolo de Kioto incluye muchos otros sectores contaminantes. Lo que hay que hacer es que buscar fórmulas para reducir estos efectos indeseables, que las hay, pero no engañar a nadie con argumentos interesados». El representante de los empresarios mineros se mostró dispuesto a negociar una regulación de las producciones, pero reivindicó también una cierta autonomía empresarial a la hora de decidir qué cuota de ex tracción se hace en el interior y en los cielos abiertos: «La explotación es una unidad, y habrá que llegar a un consenso razonable. Pero no hay que olvidar que las empresas están para ganar dinero, si no, habrá que llamarlas de otra manera». A este respecto añadió: «Nosotros no queremos subvenciones, de hecho no las teníamos antes, han venido impuestas desde la reestructuración del sector marcada por la UE». Y, en cualquier caso, Lamelas Viloria consideró absurdo plantear el cierre de minas españolas cuando «la reserva europea cuenta con el carbón nacional, entre otros. Y además en otros países, por ejemplo en Alemania, la extracción del carbón autóctono cuesta el doble».