Las emisiones de Compostilla y La Robla superan la alerta para la salud

El entorno de las centrales térmicas de La Robla y Compostilla superaron durante el 2004 los umbrales de alerta a la población por emisión de dióxido de azufre, según el informe Calidad del aire en el entorno de las centrales termoeléctricas españolas, elaborado por Ecologistas en Acción a través de respuestas parlamentarias e información de las comunidades autónomas. Según este informe la contaminación superó también en alguna ocasión durante el año pasado los límites permitidos en el entorno de la central de Anllares; aunque entre todas las centrales nacionales son las otras dos ubicadas en León las que presentaron niveles más preocupantes. El informe analiza la calidad del aire en el entorno de las centrales térmicas antiguas, es decir, aquellas que funcionan desde antes de 1988; según los datos de emisión de dióxido de azufe y óxidos de nitrógeno ofrecidos en una respuesta parlamentaria del Gobierno. En el caso de La Robla y Compostilla, estos valores superan el denominado «umbral de alerta a la población», que según la Unión Europea se refiere a «un nivel a partir del cual una exposición de breve duración supone un riesgo para la salud humana, y a partir del cual los estados miembros deberán tomar medidas inmediatas». Este umbral sólo existe para las dos sustancias citadas anteriormente, no para el resto de los contaminantes; y tanto la directiva como el real decreto de trasposición a la legislación española establecen que las administraciones deben adoptar medidas de urgencia e informar a la población. La información debe incluir el lugar, fecha y hora en que se produce la emisión, las previsiones de duración y el tipo de población potencialmente afectada, además de las precauciones a adoptar en los grupos sensibles. El informe recoge las ocasiones en las que se han superado estos niveles en el entorno de los tres grupos con centrales térmicas ubicadas en la provincia, tanto los días como el periodo en que se han sobrepasado esos niveles permitidos. La organización ecologista destaca que en los últimos años las grandes instalaciones de combustión (entre las que se incluyen las centrales termoeléctricas) superaron los techos de emisión que establece la legislación española. El informe destaca que el número de infracciones de este tipo superó en el 2004 en un 25% el número de superaciones de valores límite registrados en el ejercicio anterior; y que «se seguirán superando con toda certeza en los próximos años hasta que se apliquen las condiciones establecidas en la nueva Directiva de Grandes Instalaciones de Combustión», ya que «los niveles de emisión establecidos para cada planta son muy altos, y los sistemas de emisión de contaminantes, fundamentalmente de altura de las chimeneas, son insuficientes para facilitar adecuadamente su dispersión». La última directiva europea recoge que las instalaciones autorizadas antes de 1997 deben implantar sistemas de reducción de contaminación antes del 1 de enero del 2008, o funcionar menos de 20.000 horas a partir de esa fecha (esta última medida no afecta a ninguna de las térmicas leonesas). Las emisiones de dióxido de carbono se redujeron en el 2003 sobre el 2002, pero volvieron a incrementarse en el 2004. Compostilla es la que más contaminante emite en la provincia, más de 72.000 toneladas, por encima de La Robla, con 55.000, y Anllares, con casi 19.000. Sin embargo, hay que tener en cuenta su producción de energía: 8.089 gigavatios hora en Compostilla por 4.415 en La Robla y 2.706 en Anllares. En el conjunto de las centrales de carbón estas emisiones alcanzaron el año pasado las 868.293 toneladas. En el caso de los óxidos de nitrógeno en el 2004 Compostilla emitió 36.575 toneladas, por 15.025 de La Robla y 15.880 de Anllares. Las tres centrales se encuentran entre las cinco más contaminantes de su categoría en el conjunto del país.