«¿Cómo sabes si mienten?»
El Colegio Internacional Peñacorada recrea un juicio, con Juan Carlos Suárez-Quiñones como magistrado y Manuel García Prada o Fernando Fernández Cieza entre los espectadores
Resulta que Pepe disfrutaba de un supuesto recreo en un hipotético colegio de la provincia, cuando repentinamente, un grupo de alumnos de un grupo «rival» empezó a molestarle. El asunto derivó en una pelea más o menos aparatosa junto a los baños, motivo por el cual, al acusado le cayeron seis días de arresto, con una indemnización añadida de 200 euros, que no contemplaba la inhabilitación accesoria para el sufragio pasivo porque con menos de 18 años, no se vota. Y así lo dictó Juan Carlos Suárez-Quiñones, decano de los jueces de León, en nombre del Rey... y en la recreación de lo que un juicio verdadero es, para demostrar a los alumnos del Colegio Internacional Peñacorada cómo funciona un proceso en la vida real. A la «vista oral» asistieron Manuel García Prada, presidente de la Audiencia Provincial e impulsor de la iniciativa, Fernando Fernández Cieza, decano de los procuradores de León y Luis José Cillero, director del centro educativo. Interrogatorio Atónitos, asistieron a la demostración de que, de la inocencia, emana la lógica más pura en estos casos. Y en el turno de preguntas, Suárez Quiñónes tuvo que someterse a un interrogatorio severo. «¿Cómo sabes quién miente en un juicio?». «Pues para eso es un proceso, para saber quién dice la verdad». «¿Cómo se hace para ser juez?». «Como en todas las profesiones de la vida, estudiando mucho, por lo menos ocho horas diarias». «¿Cuál ha sido tu juicio más difícil?. «Todos, porque en todos, la sentencia es muy importante para el procesado». «¿Te has equivocado alguna vez en un juicio?». «Pues sí, como todos los seres humanos, yo también cometo errores». «¿Quién te ayudó a ser juez?». «Pues mis padres, mis profesores y un poco las series americanas de televisión en las que salían juicios, que me hicieron pensar que yo podía hacer lo mismo». Una experiencia de lo más educativo. Nunca mejor dicho...