Los otros compradores

El incremento de los precios de la vivienda de segunda mano en León no se corresponde con la tendencia registrada en el conjunto del país, pero sin duda la moderación en el crecimiento llegará tarde o temprano, siguiendo la tendencia general. Los autores del informe de Tinsa achacan esta desaceleración a un ajuste entre la oferta y la demanda, que se traduce también en el tiempo que tarda en venderse una vivienda de segunda mano: se tarda más, y generalmente se pacta una reducción del precio sobre la petición inicial del vendedor. También sufren la repercusión de un nuevo fenómeno: la inmigración se está dejando notar en la venta de pisos usados. Los inmigrantes, con un poder adquisitivo limitado, pero deseosos de integrarse y en cualquier caso con necesidades de vivienda, están comprando aquellos pisos más antiguos, que suelen tener menos equipamiento y están ubicados en el extrarradio de las ciudades. Este tipo de ventas se ha incrementado sensiblemente en los últimos meses. Esta nueva presión en el mercado tiene también un componente diferencial sobre las ventas de los últimos años: los pisos se compran para vivir, no para especular ni para invertir los ahorros. La aparición de estos nuevos agentes y la repercusión de la subida de tipos provocará, en opinión de estos expertos, una ralentización en los precios.