Una leyenda de fuerza y tenacidad que sigue viva

Las cualidades de Santa Bárbara la convirtieron en patrona de los artilleros, plenamente identificados con sus virtudes y la simbología que la rodea. Así en el tiro de artillería el humo es la nube, el fuego el relámpago y el estruendo el trueno. Esta devoción de los artilleros a su patrona puede calificarse de inmemorial, aunque los primeros datos históricos que conmemoran esta festividad datan del siglo XVI. Cuenta le leyenda que había una joven a la que su padre quería obligar a casarse con un hombre al que ella no quería, ante la negativa, el padre la encerró en una torre blindada y cuando creyó que había pasado el tiempo oportuno se acercó a la torre creyendo que la prisionera habría cambiado de opinión. En ese momento se desencadenó una tormenta tremenda y un rayo acabó con la vida del progenitor. Posiblemente el incendio que provocó la chispa que acabó con su padre y la tenacidad de la joven son las razones por las que los artilleros la tomaron como patrona. Fuerza y justicia a la par. Los artilleros recuerdan a Santa Bárbara para aprender de su fortaleza y a ser constantes ante las dificultades.