«Me despertó el crujir de las paredes»
Llevaban tan sólo dos años viviendo en el inmueble siniestrado; no podrán volver a sus casas hasta que se reparen los daños
Fue Julio, uno de los inquilinos de los bajos del inmueble uno de los primeros en despertarse a causa del ruido que desprendían al las paredes de su vivienda, situada encima de las cocheras, al dilatarse por el calor. «En un principio pensé que me estaban robando, pero rápidamente me di cuenta de que era un incendio y llamé a todos los vecinos», recuerda esta persona que, a las cinco menos cuarto de la madrugada, dormía con su mujer y su hijo en su piso que ha sufrido numerosos daños materiales. A muchos vecinos les despertaron las explosiones e inmediatamente salieron a la calle. «Oí una explosión y luego otras más pequeñas», dice Jose que añade que, al menos, su vehículo no ha sido uno de los afectados. También asegura que la existencia de cortafuegos en el garaje les ha podido salvar la vida. Gracias a la rapidez con la que desalojaron el inmueble y a la actuación de los Bomberos y de la Policía Local el suceso se quedó sólo en un gran susto. Seis largas horas Las 28 familias afectadas se vieron obligadas a pasar la noche en la calle, aunque han contado con la colaboración de los vecinos de la misma vía que les ofrecieron cobijo, especialmente para los más pequeños. Cinco horas después del suceso, los vecinos pudieron comprobar el estado en el que quedaron sus vehículos que estarán precintados durante una semana para que la policía judicial pueda realizar las investigaciones pertinente. Después, hacia las once y media de la mañana, fueron realojados, unos en un hotel, otros en casa de sus familiares donde previsiblemente tendrán que pasar las navidades.