El pregón de Navidad se viste de poesía, alegría y nostalgia de la mano de José Montero Padilla
Emotivo, literario y genial. Un pregón cargado de sentimientos abrió ayer las puertas a la Navidad en la ciudad de León de la mano de José Montero Padilla durante un acto organizado por la Asociación Belenista Leonesa, que este año celebra su 25 aniversario. Más de un centenar de personas se dio cita en el aula Magna del rectorado de la universidad de León para dar la bienvenida a una de las épocas más festivas del año. La presidenta de la Asociación, María Dolores Otero quiso invitar este año a un personaje de gran relevancia en el mundo literario y de la docencia, que además estuvo vinculado a la ciudad de León como delegado de Cultura en la década de los 80. José Montero Padilla, madrileño y amante de esta ciudad milenaria, destacó la capacidad de estas fechas para conjugar «el carácter de fiesta, regocijo y encuentros alegres con añoranzas, melancolías y ausencias definitivas». A pesar de su extenso currículo como catedrático, doctor de filología románica, presidente de la Sociedad Cervantina de Madrid y un largo etcétera, se siente «sobre todo» profesor se literatura y como no podía ser de otra manera impregnó el pregón de poesía, de recuerdos de la infancia, de naturaleza y paisajes irreales, de flores y estrellas. Durante el acto rememoró poemas de Lope de Vega y de Antonio Machado, profundos, alegres, tristes, solitarios... «ese reloj que nunca se detiene, eternamente vivo...». Montero se refirió a la importancia del «nacimiento», como representación plástica de la Navidad. La primera constancia de este hecho data del siglo XIII y se achaca a la figura de Francisco de Asís. «Nuestra memoria afectiva recuerda aquellas figuras imperfectas, los papeles de plata que simulaban el río, figuras sencillas que son el eco fundamental de la niñez que se recobra año tras año...». Por último hizo una preciosa reseña a la ofrenda de los Reyes Magos al niño Jesús. Oro, incienso y mirra por ser Dios, Rey y hombre a la vez. «¡Ojalá que todos los niños y los que ya no lo son guarden siempre esta ilusión en un día mágico!».