Los menores pagarán con trabajos para la sociedad las infracciones municipales

La nueva ordenanza municipal de Tráfico y Seguridad Vial contempla sustituir las sanciones económicas por cursos o servicios a la comunidad para aquellos infractores en los que haya quedado patente que las multas no resultan efectivas, como pueden ser las personas insolventes o los menores, por quienes acaban pagando sus padres. Además, el nuevo procedimiento sancionador contempla la posibilidad de rebajar las multas al mínimo legal -de un euro para las leves y de 91 para las graves- cuando el infractor no sea reincidente o acceda a pruebas de aptitud o trabajos sociales sustitutorios. «Lo que se pretende es educar en ciudadanía, más que la mera sancionar», señaló el concejal de Policía, Ángel Valencia, durante la presentación de la propuesta de ordenanza que se debatirá en la próxima Comisión Municipal de Tráfico. Esta fórmula no suprimirá por completo la sanción económica, que está estipulada para cada caso en la Ley de Seguridad Vial y ningún ayuntamiento puede renunciar a su aplicación, pero sí aprovechará la prerrogativa que tiene el alcalde para aplicar la sanción mínima prevista cuando concurran las circunstancias antes señaladas, según explicó el intendente jefe de la Policía Local, Martín Muñoz, que acompañó al concejal en la presentación de la ordenanza. El texto que ayer fue entregado a los grupos políticos municipales, y que el equipo de gobierno pretende aplicar a partir de febrero, incorpora otras importantes novedades con respecto a que está actualmente en vigor, que data de hace 25 años y por tanto no regula muchos aspectos relacionados con el tráfico y la seguridad vial que entonces no tenían sentido, pero que en la sociedad de hoy en día están a la orden del día. Ángel Valencia destacó en este sentido la importancia de las novedades encaminadas a regular la convivencia entre los vehículos y los peatones. «Hoy hay muchos más coches y los peatones corren muchos más riesgos, pero la ciudad no se puede ensanchar», señaló el concejal. Para conseguirlo, una de la medidas propuestas es la creación de las denominadas Zonas 30, una fórmula mixta entre la calle peatonal y la abierta al tráfico, donde aunque los coches puedan circular, la preferencia es siempre del peatón, y la velocidad máxima se rebaja de los 50 kilómetros por hora del conjunto de la ciudad hasta los 30. «Esta es una fórmula que se aplica en Europa con mucha profusión, aunque en España los casos todavía no pasan de cinco», señaló el jefe de la Policía Local. La ordenanza crea la figura de las Zonas 30, pero no determina cuántas habrá ni en qué lugares, decisiones que deberán tomarse en su momento, aunque en cualquier caso éstas deberán limitarse a calles que no soporten un gran volumen de tráfico y cuyos viales estén sometidos a una política de renovación para reducir la siniestralidad y recuperar el lugar para el encuentro y el intercambio social de las personas.