La autovía central de Villaquilambre se financiará al liberar 75 hectáreas

La gran apuesta de Villaquilambre de reordenar su territorio a través de una nueva autovía central, que permita convertir en boulevares urbanos las travesías de las carreteras a Collanzo y Santander, «no es un sueño faraónico», según reiteró ayer el alcalde, Miguel Hidalgo. Los cálculos de los redactores del Plan General de Ordenación Urbana indican que liberando 750.000 metros cuadrados del gran espacio casi virgen que se sitúa entre ambas carreteras se podrían financiar esos 3,5 kilómetros de doble carril, junto con las aportaciones del Ministerio de Fomento y de la Junta. Hidalgo, que se reunirá el próximo mes de enero, con el director general de Infraestructuras de Feve, también espera que esta compañía ferroviaria se implique en el proyecto, ya que la línea actual, que discurre paralela a la carretera de Navatejera a Villaquilambre, se trasladará al centro de la nueva autovía. Para el regidor, es más rentable cambiar las traviesas de Feve al área central de Villaquilambre que «acometer los nueve pasos a nivel que obliga la normativa europea». Además, hacer realidad la autovía supondrá que los promotores que desarrollen cada sector adyacente a la infraestructura abonen una cuota para la denominada conexión y refuerzo de los sistemas generales. Con ese dinero y las subvenciones que lleguen, el Ayuntamiento se encargará de realizar la carretera, que arrancará en Nava y concluirá pasado el pueblo de Villaquilambre, con dos ramales para enlazar con la León-Collanzo y la León-Santander. Hidalgo matizó que el estudio de ingeniería, el de costes y el proyecto aún no están cerrados y que ahora sólo se habla de una propuesta para conectar el municipio con León y romper las tres barreras que parten Villaquilambre. También recordó que el actual tren de Feve se prevé convertir en un tranvía regulado por semáforos. Sistema de cooperación Durante la presentación del documento de criterios y objetivos del PGOU, quedó claro que el Ayuntamiento pretende implicarse más en el ordenamiento urbanístico de su territorio. «Hasta ahora, el suelo se ha desarrollado con unidades de ejecución y el sistema de compensación, lo que ha dejado inconexas entre sí algunas urbanizaciones. Por eso -explicó el redactor del PGOU, Álvaro Carballada-, se pretende que el Ayuntamiento pueda intervenir para obligar a los promotores a completar la malla urbana con viales adecuados y con fondos para los sistemas generales». En ese sistema de cooperación se encuadra la autovía central, pero también la red primaria de suministro de agua o la de abastecimiento.