Los fabricantes de corcho de Portugal financian una investigación de Inbiotec
Uno de los proyectos de investigación de mayor envergadura económica de los que desarrolla en la actualidad el Instituto de Biotecnología de León (Inbiotec) se dirige a determinar el origen de unos contaminantes que aparecen en vinos de alta calidad a través de los corchos utilizados en los tapones de las botellas. La investigación cuenta con una financiación de alrededor de 250.000 euros aportada por la Asociación Portuguesa de Fabricantes de Corcho (Alcor). Los contaminantes de los que se trata de determinar su origen son los clorofenoles, un tipo de compuestos químicos de carácter organoléptico (es decir que se pueden percibir por los sentidos) que aportan un intenso y desagradable sabor a los caldos que los expertos señalan similar al estiércol de caballo. Además, la exposición a altos niveles de este tipo de contaminante puede causar daño al hígado y al sistema inmunitario en el ser humano. Por ello, la presencia de estos compuestos ocasiona la pérdida de cosechas enteras cuando es detectada en vinos de solera y de alta calidad, que quedan inservibles. El proyecto, que realizan los investigadores de Inbiotec, se dirige a desarrollar nuevas tecnologías para eliminar la presencia de estos compuestos, nada fáciles de destruir, según indica a Dicyt el director del instituto, Juan Francisco Martín. El director de Inbiotec explica que la hipótesis más probable que se baraja es que estos compuestos «procedan de pesticidas utilizados en el campo, que son absorbidos por el corcho y que, como consecuencia, hace que los contaminantes pasen al propio vino». Para eliminar la presencia de estos compuestos, el Inbiotec está experimentando el empleo de enzimas, unas proteinas que tienen como propiedades ser unos catalizadores muy potentes y eficaces, para degradar y destruir estos contaminantes. Según sus cálculos, la investigación se prolongará hasta diciembre del año que viene.