Muchas horas para un viaje contemplativo

La otra salida ferroviaria desde el norte es la que transcurre pareja a la costa cantábrica: la línea de Feve que une León con Bilbao. Un recorrido de otro tiempo que goza de grandes posibilidades para la contemplación -mística o del paisaje-, pero que resulta escasamente operativo en el competitivo mundo del transporte. Su edición de lujo para turistas (El Transcantábribrico) así lo corrobora. «No teníamos mantas para taparnos y tuvimos que abrigarnos como pudimos, porque el frío era insoportable» «La única iluminación que teníamos era la que salía del telefono móvil y ocasionalmente la de un piloto de una de las puertas XOÁN GONZÁLEZ LEIRÓS Viajero