El número de campesinos cae por primera vez por debajo de 10.000

El sindicato Ugal denuncia la prolongación de la sangría de profesionales y, por tanto de población, que sufre el campo leonés. Durante los últimos doce meses, y según denuncia la organización sindical, 760 agricultores o ganaderos de la provincia leonesa han abandonado la actividad. La certeza de esta nueva caída se refleja en el censo de afiliados al Régimen Especial Agrario de la Seguridad Social, «que en enero ascendía a 10.383 y en este mismo mes contaba con 9.623», subraya en un comunicado la organización integrada en la Unión de Pequeños Agricultores. Para Ugal, esta pérdida de activos entre la población campesina que se reproduce año tras año en León, con especial incidencia y de forma continua desde la década de los ochenta, se trata realmente de una expulsión encubierta del sector. «La discriminación negativa hacia los campesinos supone una presión inaguantable hasta el punto de expulsar a un modelo de explotación pequeña y mediana, como es la familiar, que es la que mayor porcentaje de tierras arrendadas tiene y que coincide con las que más población fijan en el mundo rural y en los municipios leoneses», valora el sindicato que dirige Matías Llorente. Ugal recuerda que ha denunciado esta situación de decadencia desde hace tiempo, «sin éxito a la hora de convencer a las administraciones competentes a la hora de aplicar una política efectiva para evitar estas pérdidas galopantes de población». Por contra, indica Ugal, la gestión logra el efecto inverso, el que aboca a la mayoría de explotaciones de zonas desfavorecidas a desaparecer sin remedio en los últimos años. El último recuento de bajas facilitado por la organización agraria leonesa se suma al que efectuó hace escasas fechas UPA a nivel autonómico, que estimó en un 30% la pérdida de activos en el sector agrarios desde 1998. Medidas ficticias Así define Ugal las actuaciones que han emprendido las administraciones, en especial la autonómica, para tratar de detener estas pérdidas incesantes. «La demagogia, promesas y declaraciones propagandísticas son la práctica habitual en esta provincia, que tiene la traducción más inmediata en el trabajo desarrollado por la comisión e despoblamiento de las Cortes y sus medidas ficticias».