La cuenta atrás avanza

Una vez que el pasado mes de mayo fue aprobada la Ley que establece el procedimiento para regular las explotaciones ganaderas ubicada en los cascos urbanos que no cuenten con la necesaria licencia municipal, todas los titulares de granjas que se ubiquen en municipios de menos de 2.500 habitantes y que se encuentren en esta situación disponen de 24 meses para legalizarlas. En concreto, la ley establece un plazo de dos años para que los propietarios soliciten a sus respectivos ayuntamientos una licencia ambiental que tendrá vigencia durante 16 años, -renovables sólo en caso de que la explotación obtuviera la correspondiente licencia urbanística-, y que podrá ser transmitida a familiares de primer grado o comunidades de bienes durante su periodo de vigencia. Entre las condiciones que deben cumplir las granjas para ser regularizadas figura la canalización del sistema de evacuación de los residuos ganaderos que generan, una superficie de instalación acorde con los mínimos establecidos para cada especie ganadera, agua corriente y un correcto sistema de almacenamiento de estiércoles y residuos. En cuanto a los expedientes sancionadores que muchas explotaciones ya tienen abiertos, «quedarán en suspenso» siempre que los propietarios inicien la tramitación de este proceso de regularización y no se aplicarán una vez se haya obtenido la correspondiente licencia ambiental. El alcalde del municipio tendrá doce meses desde la presentación de la solicitud para resolver y notificar al titular de la explotación la concesión o denegación de la licencia.