Diario de León

| Informe | Deshabituación tabáquica |

Objetivo, mil fumadores menos

Todos los sanitarios de Atención Primaria participan en un programa para ayudar a los pacientes a dejar el tabaco en un proyecto incluido en el 2005 en la cartera de servicios

Una trabajadora fuma un cigarrillo a la puerta de un centro

Una trabajadora fuma un cigarrillo a la puerta de un centro

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R. Martín - león
León

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Si cada profesional sanitario de León consigue que un fumador deje el tabaco se lograría, en sólo un año, reducir el número de adictos en un millar. El reto es asumible y por eso es el objetivo marcado por la Gerencia de Atención Primaria de León dentro de su plan de deshabituación tabáquica que se introdujo el pasado año en la cartera de servicios de todos los centros de salud. El programa pactado incluye, según la administración autonómica, llegar a más de cien mil fumadores de la autonomía en dos años y lograr que la tasa de consumidores habituales de tabaco se reduzca en un 5%. La deshabituación tabáquica se incluyó en la cartera de servicio, el programa que marca las actuaciones de los centros sanitarios, el pasado año, tras una prueba piloto en el centro de salud de La Magdalena. En este primer año, los profesionales de todos los centros de salud han recibido formación e información sobre cómo actuar ante cada fumador, primer paso del proyecto de atención integral a los fumadores. «No se trata sólo de conseguir que los fumadores dejen el tabaco sino que avancen en el proceso que les lleva a hacerlo», explica uno de los responsables del equipo de deshabituación. Y es que, según se desprende de un primer análisis de los fumadores en las consultas, aproximadamente, sólo un 11% de los fumadores están en la fase de preparación para dejar de fumar, la tercera de las etapas que empieza con la fase de precontemplación (no sabe o no le importa que el tabaco es malo) y la de contemplación. En esta segunda fase, el fumador quiere dejarlo, lo intenta y ante un fracaso pierde la autoestima y renuncia. La duración de cada fase varía en función de la persona y sus circunstancias personales pero se estima que pueden durar unos seis meses. De hecho, las primeras evaluaciones del programa revelan que un 30% de la población mayor de 14 años es fumadora y que de ellos poco más de uno de cada diez está concienciado para dejar el tabaco y un 14% están en fase de hacerlo o de mantenerse. Este programa establece un protocolo de actuación que indica cómo los médicos y enfermeros han de ayudar a sus pacientes a dejar de fumar. «Los profesionales de Atención Primaria tenemos cientos de oportunidades de hacer llegar un consejo personalizado a los fumadores», explica el médico, «de hecho, el 19% de las personas que dejan de fumar citan a su médico de cabecera como el motivo que les animó a hacerlo». Motivaciones personales «Hay miles de circunstancias para explicar por qué es malo fumar y cómo se puede dejar. Circunstancias además que llegan a cada paciente», agrega uno de los responsables del equipo de deshabituación formado por la doctora Elena Carriedo Ule, el psicólogo Carlos Gómez Ordóñez y la enfermera María Ángeles González Villanueva. No sólo los motivos de salud, también la convivencia con niños pequeños, la estética o el estado bucodental pueden ser elementos que animen al fumador.. «pero lo único que vale es la motivación personal», indican fuentes de la gerencia. Dependencia física y social Los primeros estudios sobre la aplicación del programa de deshabituación tabáquica confirman su éxito. «La gente buscaba un sitio donde le ayudaran a dejar el trabajo y está respondiendo de forma muy positiva. Acuden al médico en cuanto se enteran de esta prestación y funciona muy bien la transmisión de unos a otros.», explican en la Gerencia. En las consultas además del consejo, hay ayuda práctica. El protocolo de actuación fija la realización de un test que marcará tanto el grado de motivación del paciente como el grado de dependencia, que determinará la necesidad o no de ayuda farmacalógica. Fumar crea dependencia física, psicológica y social, y contra las tres luchan en las consultas. La primera (que suele aparecer en fumadores de más de 20 cigarrillos diarios, aquellos que consumen nada más levantarse o lo pasan francamente mal en lugares donde está prohibido fumar) se palia en apenas un mes, la otra es más dilatada en el tiempo», indican los responsables del proyecto sanitario. Guías de ayuda La Consejería de Sanidad ha editado y distribuido en la comunidad más de 50.000 guías de ayuda para dejar de fumar y otras 5.000 guías para que los profesionales sanitarios ayuden a sus pacientes a hacerlo. Estas guías se entregan en las consultas a aquellos pacientes que desean participar en el proyecto de deshabituación tabáquica.

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