El futuro director visitó ayer las instalaciones y otras posibles alternativas dentro de la ciudad
La central de Telefónica albergará el arranque del Inteco en febrero
Industria ya tiene en su mesa la propuesta de sociedad de gestión diseñada por Red.es
El giro en el que se ha visto inmerso el Instituto de las Tecnologías de la Comunicación (Inteco) desemboca en la búsqueda de una nueva sede en la que iniciar los primeros trabajos -hasta que se pueda trasladar definitivamente a las instalaciones de nueva construcción que estarán ubicadas dentro de la urbanización de La Lastra-, para lo cual parece que la elección de sus futuros rectores serán dos plantas del edificio que Telefónica tiene en la calle Bordadores, en el Polígono 10. El visto bueno a los 1.000 metros cuadrados, repartidos en dos espacios de las mismas dimensiones, fue ratificado ayer por Enrique Martínez, futuro director del instituto, quien también inspeccionó otras alternativas en inmuebles del centro de la capital leonesa, aunque con una infraestructura que debería sufrir más retoques que los locales de la compañía telefónica. El viaje del director del Observatorio de Red.es a la ciudad se inscribe en la política de aceleración que el Gobierno ha decidido aplicar al Inteco, después de que se haya salvado el último año sin apenas avance. Este retraso se invertirá a partir del mes de febrero, cuando está previsto que se inicien los primeros trabajos en las oficinas del polígono 10 con el desarrollo del Centro Nacional de Seguridad Informática. Pendiente de Industria En las próximas semanas se deberá resolver la aprobación de la sociedad por parte de Industria, en cuya mesa se encuentra ya la proposición diseñada por Red.es -organismo en el que se incluirá el Inteco-. Deberá ser éste ministerio quien remita directamente el documento definitivo al Consejo de Ministros presidido por José Luis Rodríguez Zapatero. Todo este trámite burocrático estará finiquitado en el cierre del mes de enero o los primeros días de febrero, fecha a partir de la cual el instituto gozará de legalidad y autonomía para empezar a poner cuerpo a sus trabajos. Los responsables estatales evitan dar cifras directas de los empleos que generará el proyecto -se habló de 1.000 en su publicitación política-, pero apuntan que será la relación entre los programas y las empresas el núcleo motriz a partir del cual se desencadenarán las necesidades de capital humano, siempre marcado por la importancia del conocimiento como valor de rentabilidad.