La segunda vida del maíz
Una investigación revela las posibilidades de este cultivo, dominante en León, para sustituir a la gasolina
El etanol obtenido del maíz puede convertirse en el sustituto de la gasolina y su uso ayudar a combatir la contaminación causada por la quema de combustibles fósiles, según un estudio divulgado por la revista Science. Sin embargo, los científicos del Grupo de Energía y Recursos de la Universidad de California aclaran que la tecnología para la conversión de celulosa en etanol está todavía en sus primeras etapas. De todas maneras, según señalan, el estudio ha constatado que usar etanol en los tanques de combustible es un ahorro de petróleo y, en ningún caso, es más perjudicial para el ambiente que la gasolina. La investigación tuvo como objetivo poner fin al debate de si el etanol es un sustituto adecuado de la gasolina y puede ayudar a reducir la dependencia del petróleo importado y, de paso, ser una nueva fuente de ingresos para la agricultura. Según algunos estudios, se necesita más energía para cultivar el maíz necesario para fabricar etanol que la que se obtiene al usar ese etanol como combustible. Los científicos indicaron que sus estudios determinaron que la producción de etanol del maíz usa menos petróleo que el que se necesita para producir gasolina. «Es mejor usar varias formas para cultivar maíz y fabricar etanol y usarlo en los vehículos que acudir directamente a la gasolina y los combustibles fósiles», señaló Dan Kammen, del Grupo de Energía y Recursos de la Universidad de California. Los investigadores advirtieron, sin embargo, de que sus estudios no cuantificaron el nivel de gases invernadero resultantes de la producción de etanol como combustible. No obstante, pese a que no existe una certeza total, Kammen añadió que al parecer el etanol hecho de maíz es tal vez 10 o 15 por ciento mejor que la gasolina en lo que se refiere a la emisión de gases invernadero. «El etanol puede ser, si se le fabrica con tecnología de la celulosa, un combustible realmente bueno para accidente», dijo Alex Farrell, otro de los participantes en el estudio. La oferta El etanol agregado a la gasolina constituyó en los Estados Unidos sólo el dos por ciento de todo el combustible vendido en el país. Pero los fabricantes ya tienen capacidad para construir vehículos que funcionan con 85 por ciento de etanol y ya hay casi cinco millones de ellos en las carreteras del país. «La conversión a etanol no significará un gran cambio para la economía. Ya estamos listos para el etanol. Sólo hace falta la oferta, pues la demanda existe», afirmó el estudioso, que pronosticó que el crecimiento de esta demanada será imparable.