Onzonilla se juega hoy en el pleno poder despegar urbanísticamente

La proximidad de Onzonilla a León capital ha favorecido en los últimos 25 años el asentamiento de industrias, pero no la expansión urbana. De hecho el municipio no ha incrementado su población desde los ochenta y pocos promotores se han animado a impulsar la creación de urbanizaciones en la zona. La suerte cambió el pasado 3 de noviembre, con la primera oferta en firme para desarrollar 320.000 metros cuadrados en la localidad de Torneros. Sin embargo, la posible construcción de 620 viviendas en esas 32 hectáreas, que reportarían nuevos vecinos y suculentos ingresos a un ayuntamiento con un millón de euros de presupuesto no ha logrado poner de acuerdo a los concejales. El plan parcial se sometió a pleno por primera vez en noviembre y quedó sobre la mesa por las diferencias entre los grupos políticos. El 29 de diciembre se volvió a llevar a la consideración de los concejales con la misma suerte. El responsable de Urbanismo, de Los Verdes, Belisario Fernández Soto, fue partidario de dejar el plan nuevamente sobre la mesa, porque, según dijo, no le había visto la cara al promotor. El también socio de Gobierno, de UPL, Ramón Fernández, no quería que se votara el asunto hasta que la empresa lograse el 100% de los terrenos, aunque la ley establece que con un 51% del suelo ya se puede optar a una junta de compensación. Y el PP, en la oposición, tampoco apoyaba el desarrollo porque había vecinos, una minoría, que no querían vender. Trabas De nada sirvió que el alcalde, el socialista José Luis Suárez, explicara que los sectores Vallina 1 y Vallina 2 en que se divide el plan representan una oportunidad «única» para el despegue urbanístico del municipio y que si se ponían trabas a los promotores que se acercaban a Onzonilla, se les estaba «espantando». El tema llega esta tarde a otra sesión plenaria, la última en que puede tratarse. Si no hay acuerdo, el plan parcial quedará archivado en un cajón. Por las conversaciones que ha mantenido el equipo de gobierno en los últimos días, parece que, al menos uno de los sectores, Vallina 2, podría aprobarse, pero el 1 es más conflictivo, porque el promotor sólo alcanzaría el porcentaje de terreno que exige la ley si el Ayuntamiento acepta aportarle los caminos vecinales. Una solución que en la mayoría de municipios se acepta fácilmente, porque esos caminos son devueltos al municipio arreglados, con aceras y alumbrado. El arquitecto municipal tuvo que explicar en el último pleno este extremo, porque algunos concejales dudaban de su legalidad.