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El material final obtenido en el proceso se venderá para acondicionar carreteras y hacer hormigón

El complejo para albergar y tratar los residuos de obras costará nueve millones

Las dos plantas centrales precisarán una red de al menos ocho estaciones comarcales

Publicado por
Asun G. Puente - redacción
León

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El complejo global para albergar y afrontar el proceso de tratamiento y reciclaje de los desechos prodecentes de construcciones y demoliciones en la provincia precisará una inversión de nueve millones de euros. El plan, en el que Gersul trabaja desde hace meses y cuenta ya con los estudios y proyectos iniciales, supondrá la instalación de dos plantas centrales en los alrededores de los dos núcleos más poblados -León y Ponferrada- y al menos otras ocho estaciones satélite repartidas por toda la provincia y que coincidirán con las cabeceras de comarca. De este modo, la distribución de estas plantas auxiliares responderá prácticamente a los mismos criterios de centralidad y distancias fijados en las estaciones de transferencia del Centro de Tratamiento de Residuos de San Román de la Vega: Valencia de Don Juan, Mansilla de las Mulas, Villablino, La Robla, La Bañeza y Cistierna, así como las soluciones previstas para las áreas más alejadas situadas en Picos de Europa, Ancares y La Cabrera. Es posible, incluso, que algunas de estas estaciones iniciales puedan tener un uso compartido para los dos tipos de residuos -los convencionales y los de demolición y construcción-, aunque la transferencia en el caso de estos últimos desechos se realizará por el sistema de gravedad. La provincia genera algo más de 326.000 toneladas al año de residuos procedentes de obras de nueva construcción y demoliciones, lo que supone prácticamente el 20% del total de la comunidad. Los ocho puntos de acopio y transferencia previstos tienen como misión recepcionar en primera instancia estos desechos y realizar la labor inicial de machaqueo, así como retirar los materiales impropios a los residuos que lleguen adheridos a ellos. Así, el coste del transporte hasta las plantas en León y Ponferrada será más barato. Según explica el gerente de Gersul, Secundino Prieto, una vez en estos núcleos centrales, los residuos serán descargados en la denominada área de recepción, dependiendo de su clasificación (obras, demolición de edificios o labores de destierre). En una segunda fase, pasarán por el proceso de retirada de los llamados voluminosos y, posteriormente, por el machaqueo del material. El siguiente paso será las cintas transportadoras, con la separación -como en el caso del CTR de San Román- de los materiales recuperables -plástico, cartón, envases, papel- hasta conseguir el producto inerte final, es decir, el material pétreo (piedra, caliza, granito...), que a su vez llegará al proceso final de la molienda. Una vez concluidas todas estas fases, el material estará listo para su venta en granulometrías. Su destino puede ser variado, como sub-bases granulares para carreteras, ya que se trata de un elemento con importantes características para el drenaje o, bien para la elaboración de hormigones. Aunque todavía nada se sabe sobre la ubicación de las plantas centrales, fuentes de Gersul aseguran que los residuos de construcción y demolición suponen «uno de los mayores problemas medioambientales de León, ya que se arrojan de modo incontrolado, así que requieren solución inmediata».

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