Donde vuelve el aire

La primera impresión al escuchar a un laringectomizado se debate entre el susurro y el vértigo. Una palabra que se intuye y se interpreta antes de oírla. Algo parecido a lo que debería ser en esencia un homenaje. Esa intención alentó ayer la entrega de la Medalla de Oro de la Ciudad a la Asociación de Laringectomizados, el máximo honor que concede el reglamento interno del consistorio de la capital leonesa, por su «apoyo y estímulo a todos los operados de laringe», así como «su ejemplo y esfuerzo para todos», según el testimonio del alcalde de la ciudad, Mario Amilivia, quien aclaró que su tarea «no se ha limitado a nuestra tierra sino que trascendido a distintos territorios, tanto de España como de otros países europeos y latinoamericanos». En esta nómina de beneficiados se encuentran gentes de Estados Unidos, Cuba o Colombia -«donde una persona vino muda y sin andar y su familia llamó semanas después para decir que en León se había hecho un milagro», según citó el presidente de la asociación, Gumersindo Rodríguez-, al tiempo que se cuentan expertos de España, Portugal, Brasil o Argentina. Gumersindo Rodríguez fue la voz que trasmitió el agradecimiento de la agrupación por el homenaje, «convencido de que cualquier persona bien nacida está orgullosa de que su pueblo le reconozca los méritos cosechados», al tiempo que tuvo espacio para ofrecer un aplauso «a los compañeros que se han ido y que estarían satisfechos por el reconocimiento». Quince años de existencia El presidente de la Asociación de Laringectomizados provincial, un colectivo que ayer mismo, en coincidencia con el día de San Blas, cumplió 15 años de existencia, aprovechó la ocasión para criticar la nueva ley del tabaco, que consideró «una burla y una tomadura de pelo, porque para ser buena tendría que tener alma, espíritu e ir en favor de algo», y «perseguir la adulteración del producto, en vez de a las personas dependientes del mismo». Y dio las gracias rodeado por una nutrida representación de los 719 socios. Si alguien no sabe dónde vuelve el aire, que escuche el canto del coro de Laringectomizados o su conversación.