Un ganadero leonés espera desde el 2001 el resultado de un recurso por lucro cesante

La solución a la crisis de las vacas locas tiene pendientes aún otros trámites administrativos, de menor calado que el procedimiento judicial que se va a ventilar la próxima semana en Luxemburgo, pero de transcendencia notable para los ganaderos. Uno de esas cuestiones se localiza, precisamente, en la provincia. Un ganadero leonés interpuso hace cinco años un recurso contra una decisión administrativa de la Junta de Castilla y León al hilo de las cantidades que correspondían al lucro cesante y que debían de recibir los titulares de las explotaciones afectadas por un caso positivo de EEB. Después de este tiempo, la administración autonómica, competente en León en cuestiones de sanidad animal, no ha respondido. El concepto jurídico del lucro cesante ocupó en las primeras semanas del año 2001 reuniones maratonianas entre la consejería de Agricultura de la Junta y los sindicatos y organizaciones ganaderas para tratar de ajustar una indemnización justa a los sacrificios obligatorios por casos de vacas locas.