Que no desaparezcan los árboles
La mayoría de los bosques y selvas de nuestro planeta sufren continuamente la tala indiscriminada de sus árboles. La deforestación es la pérdida de vegetación, las causas son muchas: incendios, erosión, cambio del clima, etc... debido a esto al no haber vegetación puede haber inundaciones y movimientos del terreno al no haber plantas que sujeten la tierra. El hombre facilita este proceso, sobre todo, en las zonas más pobres. La necesidad de mayores extensiones de tierra para dedicarlas a la agricultura y a la ganadería hacen que desaparezcan bosques enteros, con las consiguientes malas consecuencias. Los bosques siempre han actuado como enormes pulmones, a la selva Amazónica le llaman los pulmones de la Tierra. Este nombre es debido a la capacidad de transformar el dióxido de carbono en oxígeno, que necesitamos los animales para respirar. La continua deforestación hace que nuestro clima se vaya calentando debido a la abundancia de dióxido de carbono que hay en la atmósfera. Esta acumulación de gas provoca el efecto invernadero, que hace que desaparezca parte del hielo de los polos, suba el nivel del agua del mar, y lleguen incluso a desaparecer especies. El oso polar es una de las especies en peligro de extinción. La forma de contribuir a disminuir estos problemas ambientales, es: 1. Reciclar todo lo que se pueda, para que las industrias y fábricas no tengan que utilizar recursos naturales, como los árboles, etc... 2. Utilizar sólo el agua necesaria. 3. Volver a plantar árboles, cuando cortemos otros, repoblación forestal, recordemos que sin árboles no tendremos suelos fértiles y que no se interrumpa el ciclo del agua. 4. Tener mucho cuidado en verano con las fogatas, con tirar botes de cristal, con los cigarrillos, etc... La naturaleza está en nuestras manos, cuidémosla.