San Isidro incorpora una máquina pisapistas de 300.000 euros

La Estación Invernal de San Isidro cuenta desde principios de este mes con su cuarta máquina pisapistas en propiedad. El lunes se llevaban un vehículo que hasta esa fecha trabajaba en régimen de alquiler. El coste del aparato recién incorporado se aproxima a los 320.000 euros. El artilugio, de patente italiana, fue trasladado desde el sur de Francia, en la localidad de Tarbes, donde se fabricó. El director de San Isidro, Jesús Fernández, declaró que «La estación invernal no está mal en cuanto a máquinas pisapistas pero ya estamos pensando en adquirir algún ejemplar nuevo». Desde la apertura de la temporada el pasado 26 de noviembre, la cantidad y calidad de la nieve caída en la zona ha obligado a estas máquinas a trabajar sin interrupción todos los días a excepción de Año Nuevo debido a las adversas condiciones climatológicas que se registraron en el lugar. De los 81 trabajadores con los que cuenta la estación, once de ellos son los encargados de conducir estas máquinas, alguno de los cuales lleva más de 25 años pisando la nieve. Por su dilatada experiencia saben como deben tratar la nieve con la fresa y en muy pocas ocasiones la dirección de la estación necesita impartir instrucciones en este sentido. Sobre este particular, según Jesús Fernández, «Los usuarios de la estación afirman que el pisado de pistas es muy bueno». Características técnicas Las máquinas pisapistas tienen una potencia de 400 cv. y pueden alcanzar una velocidad máxima de 18 kilómetros a la hora. Están preparadas para superar desniveles del 45% y realizan una labor de 15 hectáreas a la hora. El ancho de pisado y fresado oscila entre los 5 y 5,30 metros. Por lo que se refiere a la pala delantera, ésta cuenta con doce posiciones en cuanto a altura e inclinaciones que oscilan entre los 20 y 40 grados. Los vehículos cuentan con dos motores, uno para la propia máquina y otro para la fresa, que dispone de diversas posiciones en función de si se quiere triturar más o menos la nieve si es dura o polvo. Además, dos de las cuatro máquinas pisapistas tienen cabrestante, con lo que se pueden enganchar en un punto fijo y subir por pistas difíciles con un desnivel de hasta el 70%. Las cadenas combinan el acero y aluminio y llevan unas cuchillas denominadas grampones. Estos artilugios tienen una gran capacidad de trabajo y pueden estar sin parar hasta 24 horas. De las máquinas de San Isidro, una tiene 12.000 horas de trabajo, otra 10.000, una tercera con 6.000 y la más nueva que cuenta con 100. La llegada de esta última pisanieves se incluye en el presupuesto del 2005 en el que Junta de Castilla y León y Diputación destinaron 1.020.000 euros para distintos conceptos relacionados con las instalaciones de San Isidro. La primera institución aportó 720.000 euros y el resto el gobierno provincial. El presupuesto citado anteriormente se ha invertido en la máquina pisapistas, un camión cuña que llegará a finales de este mes, seguridad y adecuación de medios mecánicos y proyectos para el Plan Director.